En la biblioteca de la Universidad

Los primeros impresos zaragozanos, en una exposición en el Paraninfo

La muestra pretende dar a conocer la labor de los primeros impresores afincados en Aragón.

Exposición en la biblioteca del Paraninfo de la Universidad de Zaragoza
Una exposición en el Paraninfo muestra a Zaragoza como "cuna de la imprenta"
ASIER ALCORTA

La biblioteca del Paraninfo de la Universidad de Zaragoza exhibe una selección de 43 obras de primeros ejemplares salidos de la imprenta de la ciudad entre 1475 y 1549, entre ellos dieciséis incunables.


La muestra, 'Zaragoza, cuna de la imprenta, los primeros impresos zaragozanos 1475-1549', pretende dar a conocer la labor de los primeros impresores afincados en Aragón y destacar la importancia de la capital aragonesa como uno de los emplazamientos "clave" para el afianzamiento de la imprenta en España.


Así lo ha destacado en la presentación de la exposición la directora de la biblioteca general de la Universidad, Paz Miranda, quien ha resaltado entre los ejemplares el primer libro impreso en Aragón, en 1475, 'Manipulus curatorum', del clérigo Guido de Monte Rocherii, impreso por Mateo Flandro.


También el libro de salmos 'Expositio super toto psalterio', un incunable con orla xilográfica coloreada a mano de los impresores Pablo Hurus y Juan Planck de 1482, y el 'Misal de Tarazona', uno de las primeras obras con notación musical impresa salido del taller de Jorge Coci, que fue "el gran señor de la imprenta zaragozana" en la primera mitad del siglo XVI.


Miranda ha resaltado además un tratado para el recogimiento y la oración de la primera mujer impresora en Aragón, Juana Millán, quien estuvo casada con un impresor zaragozano llegado de Francia que estableció en 1528 la primera imprenta que hizo competencia a la de Coci.


Esta mujer -una de las tres primeras en España cuyo nombre aparece en el colofón de la obra- tuvo que hacerse cargo del taller de imprenta en dos ocasiones, cuando su primer marido fue condenado por herejía a galeras y cuando falleció el segundo, Diego Hernández, otro impresor llegado de Sevilla, con lo que demostró tener mucho "tesón y valor" porque entonces la labor de la mujer se circunscribía al ámbito doméstico.


La exposición, ha dicho, reúne una selección de obras muy representativa y ajustada de lo que fue la producción en esa época en Zaragoza, que estaba "predestinada" a ser cuna de la imprenta al ser cruce de caminos y contar con sede eclesiástica, con instituciones administrativas e incluso con una escuela de artes precedente de la actual Universidad zaragozana.


La muestra incluye un ámbito dedicado a los impresos, destacando cada uno de los aspectos que los identifican como obras zaragozanas como papeles, tintas, formatos, tipos de imprenta, generalmente letra romana o redonda y gótica, signaturas, iniciales de carácter xilográfico, grabados a toda página o marcas de impresor.


El otro espacio está dedicado a los impresores, entre ellos Pablo Hurus, quien fue el gran artífice de la imprenta en la época incunable (toda edición desde la invención de la imprenta hasta principios del siglo XVI), y uno de sus sucesores, Jorge Coci, cuyo taller se especializó en libros litúrgicos.


La muestra reúne 16 de los 406 incunables del patrimonio bibliográfico de la Universidad de Zaragoza, con unos 28.000 volúmenes, que están en depósito en la biblioteca María Moliner y se mantienen en condiciones especiales de humedad y temperatura.


La previsión es que en el actual mandato toda la colección histórica sea trasladada al depósito que albergará el Paraninfo una vez se adecúe el emplazamiento a las condiciones para su conservación, ha apuntado el vicerrector de Política Científica, Luis Miguel García Vinuesa.