Dos novelas poliédricas, inclasificables, mestizas, han resultado ganadoras de los Premios Cálamo. El galardón al Libro del Año 2018 ha recaído en ‘Los asquerosos’, de Santiago Lorenzo (Portugalete, 1964). "Lo leímos en verano y desde entonces no hemos dejado de recomendarlo –aseguraba ayer Francisco Goyanes, propietario de la librería que organiza los premios–. Y el público (se concede por votación popular) lo ha tenido claro. Quienes lo han leído están encantados y sorprendidos".

Desde la pedanía segoviana en la que vive, el escritor hacía gala ayer de su particular humorismo. "La verdad, no sé por qué me lo han dado, son mejores mis libros anteriores. Pensaba que esta novela no iba a tener demasiada repercusión, y ya ves". Autor que se refugió en 2010 en la literatura, por devoción, pasión, vocación y un poco de hastío del mundo del cine, en el que logró cierta fama, no comulga mucho con la etiqueta de ‘autor de culto’ que muchos le quieren pegar a la espalda.

"Es que no sé muy bien qué significa eso. Cuando me lo dicen desconozco si quieren alabarme o denostarme, así que asiento y pasamos a hablar de otra cosa. El problema es que tu eres un ser anónimo hasta que publicas algo. Si aparece un aforismo tuyo en un fanzine, solo con eso, ya tienes que aceptar la etiqueta que te quieran imponer. A mí me cayó la de ser un autor de culto y me tengo que aguantar".

Escritura y humor

La retranca, el humor personal que posee Lorenzo quizá sea responsable de lo bien que ha conectado con el lector aragonés, aunque ‘Los asquerosos’, publicada el año pasado por la editorial Blackie Books, ha cautivado a miles de lectores en todo el país. "Los dos grandes humoristas españoles son Galdós y Buñuel. Todo lo que hicieron es de partirse de la risa, aunque quizá quien mejor representa el humor español puro y duro sea el dibujante Ibáñez. Pero hay una gran tradición española en ese campo y se mantiene viva hoy en día. Yo me lo paso muy bien leyendo a autores contemporáneos como Raquel Peláez, Kiko Amat o Miqui Otero. Incluso en el Quijote hay episodios desternillantes. El humor no me lo tomo como una profesión: si se me ocurre algo interesante, saco las manos de los bolsillos y lo escribo".

El premio Cálamo ‘Otra mirada 2018’, que concede el personal de la librería, ha sido este año para la ‘Historia de España contada a las niñas’, novela de María Bastarós publicada por Fulgencio Pimentel. Bastarós (Zaragoza, 1987) también ha llegado a la literatura desde otros campos: es historiadora del arte y gestora cultural.

Su ‘Historia...’ es su primera novela y le va a permitir "sentarme a la misma mesa que Santiago Lorenzo y Agustín Fernández Mallo, lo que me parece alucinante –aseguraba el martes–. La verdad es que lo que me está ocurriendo con este libro no deja de sorprenderme. Cuando lo escribía, ignoraba si iba a tener público". "Siempre he compaginado varias facetas –añadía–, también la literaria, sobre todo en los fanzines. Empece a escribir por mi cuenta y cuando ya llevaba la mitad del libro lo envié al Premio Puchi Award, de La Casa Encendida. Gané, y eso me animó a acabarlo".

Escribe sin planteamientos previos ni decálogos inamovibles, y eso es lo que hace que el lector viva en una sorpresa continua página tras página.

"La ficción, para mí, es un ejercicio voluntario, así que no hago ni concesiones ni grandes planteamientos previos. Si acaso tengo una regla a la hora de escribir es que los personajes son más interesantes cuanto más complejos".

‘Los asquerosos’ y la ‘Historia de España contada a las niñas’ van a seguir siendo este 2019 las últimas obras de sus autores. Bastarós publicó el año pasado un libro de investigación, y en esa faceta quiere concentrarse este año aunque ya le ronda en la cabeza la idea de otra novela. Y Lorenzo subraya que no tiene "ningún plan de publicación".

"Bueno, sí –corrige–. El único plan que tengo es no correr... y viajar a Zaragoza el 15 de febrero a la fiesta de entrega de los premios Cálamo".