Pedro G. Cuartango: “Si volviera a nacer, volvería a ser periodista”

El escritor, colaborador habitual de ‘Abc’, presentó en Cálamo su libro ‘Visto y oído’, de literatura, cine y música, editado por Sibirana

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“Chaime Marcuello, el editor de Sibirana, me comentó que estarían interesados en editar una colección de artículos míos, y pensé en una antología sobre libros, música y cine. Son casi todos artículos publicados en ‘El mundo’, entre 2005 y 2016”, dice Pedro G. Cuartango (Miranda de Ebro, Burgos), que presentó ayer en la librería Cálamo su libro ‘Visto y oído’.

Dice usted que es lector por la pasión de leer sin más, casi como una enfermedad, ¿no?

Es una enfermedad, sí, una cosa compulsiva. Desde niño he tenido pasión por la lectura. Cuando era adolescente mi padre veía leyendo a Antón Chéjov, a Dostoievski o a Tolstói, y me decía: “Te vas a volver loco, hijo. Es una afición malsana la que tienes”.

Ahora se ha puesto de moda desprestigiar la cultura y aborrecer un poco los libros. Con 30, dice Marie Kondo, es suficiente para vivir.

No me ha afectado esa opinión. Me parece una pura estulticia. Leer es una forma de aprender y de vivir, leer es una forma de analizar la realidad, de adquirir unos conocimientos para saber lo que pasa y tener una opinión propia.

Pedro G. Cuartango: “Si volviera a nacer, volvería a ser periodista”

Elogia a Balzac como gran cronista de su época.

La rusa y la francesa son dos literaturas que adoro, claro. ‘La comedia humana’ la he leído prácticamente entera, porque son 70 u 80 novela,. El mayor elogio de Balzac lo ha hecho Karl Marx. Dijo que Balzac había visto un espejo que reflejaba la sociedad francesa de su tiempo.

¿Quién será el Balzac español?

Hombre, está ‘La Regenta’ de Clarín, pero yo creo que sería Galdós. Los ‘Episodios nacionales’ son un poco ‘La Comedia Humana’. Si quiere conocer la España del siglo XIX, lea a Galdós. Fue un gran cronista, un magnífico escritor, injustamente infravalorado, con la calidad de los grandes autores franceses del siglo XIX.

¿Podríamos hablar de un gran cronista de la España del siglo XXI?

Creo que no. La novela y literatura responden a las necesidades de la época y de la sociedad. Ahora vivimos en un mundo distinto, donde la gente se relaciona a través del teléfono móvil y por redes sociales, el mundo es mucho más fragmentario, y yo no veo ni en España ni en Europa autores de la talla de Dostoievski, Balzac, Proust o Thomas Mann.

En ‘Visto y oído’ declara su inmenso amor al Premio Nobel alemán.

Si, claro. Tienes novelas fantásticas: ‘Los Budenbrook’, escrita cuando era muy joven, con apenas 20 años; ‘La montaña mágica’, en la que invirtió doce años, en el período de entreguerras, y luego ‘Doctor Faustus’. A mí ‘La montaña mágica’ es quizá, digo quizá porque es una apreciación subjetiva, la novela más importante del siglo XX, cargada de significado. Es una novela que anticipa la tragedia de Europa en la II Guerra Mundial, y una novela de una altura intelectual impresionante. ‘La montaña mágica’ es un monumento en la cultura europea. Y de obligada lectura.

¿Cómo entró el periodismo en su vida?

Es un caso rarísimo, pero desde pequeño he querido ser periodista. Yo estaba fascinando cuando mi padre traía el periódico a casa y se volcaba a leerlo, concentrado, como si no hubiera nada más importante que hacer. Yo me preguntaba qué tendrán los periódicos. Desde los doce o tres años quise ser periodista. Si volviera nacer, volvería a ser periodista.

¿En qué consiste ser periodista? ¿Cuál es su misión?

Contar la verdad.

Bueno, contar la verdad es un problema filosófico.

Sí, sí, me parece bien traída esa observación. Cuando digo contar la verdad, quiero decir que el perioditsta debe tener una actitud intelectual para desentrañar la lógica oculta de lo que sucede, tiene que ir más allá de la apariencia y ofrecerle a sus lectores y al público una interpretación de la realidad; debe estar lejos del poder político y económico, tiene que se ser una persona independiente.

Pedro G. Cuartango: “Si volviera a nacer, volvería a ser periodista”

¿Es el periodista un intelectual?

El periodismo es un trabajo intelectual y, desde ese punto de vista, hay que reivindicar la labor del periodista como transmisor si no de la verdad, sí de una verdad. Y en cualquier caso, en el mundo en que vivimos de redes sociales, de nuevas tecnologías, los periódicos con buenos profesionales siguen siendo el instrumento más importante y más válido para transmitir lo que está sucediendo.

Hablemos de cine. Es muy literario eso que cuenta de que en París iba a la Cinemateca. ¿Se le reveló allí el cine?

Ya adoraba el cine, pero allí veía la ‘nouvelle vague’, Truffaut, Godard, Chabrol, y a otros maestros norteamericanos, como John Ford. Me encana su cine: es el gran director de películas inolvidables como ‘Centauros del desierto’, ‘El hombre que mató a Liberty Valance’ y ‘El hombre tranquilo’, una película emocionante, que a mí me sugiere pasión y felicidad, y también una idea del paraíso.

¿Y Fellini?

El neorrealismo italiano es capital en mi vida y en mi formación. Siento debilidad por Fellini, el cineasta de ‘Roma’, ‘El Satiricón’, ‘Amarcord,’ o ‘La Strada’. Encarna la sensualidad y la desmesura. Me fascina por completo.

También habla mucho de música clásica.

Ya sabe usted que la musica está alojada en otro rincón del cerebro que no tiene nada que ver con la inteligencia. Es en la parte de la emoción. Mi músico es Juan Sebastian Bach, el músico perfecto.

¿Cuál es su lugar en un periódico como ‘Abc’?

En un 90 % todos los periódicos son iguales y están llenos de columnismo político. Yo escribo de casos raros y curiosos los lunes en la conta de ‘Abc’ y comento libros en el suplemento. La gente me escribe a menudo para hablar de los reportajes de un payaso asesino o de una mujer que se dedicó a los tigres toda su vida. Son otros modos de vivir y de experimentar la realidad en los que me gusta bucear.

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