Cierra la librería Los Portadores de Sueños, tras 14 años en la vanguardia de la cultura

La crisis, el descenso de la venta y la pujanza de Amazon precipitan el adiós de este espacio zaragozano.

Félix González y Eva Cosculluela ponen fin a su intensa aventura cultural tras catorce años.
Félix González y Eva Cosculluela ponen fin a su intensa aventura cultural tras catorce años.
Guillermo Mestre

La noticia ha sonado como un aldabonazo inverosímil, que pocos esperaban y menos se creían: la librería Los Portadores de Sueños, de Eva Cosculluela y Félix González, Premio Librería Cultural que otorgan Cegal y el Ministerio de Cultura, de 2012, cerrará a finales de mes y principios de febrero tras catorce años de ingente actividad cultural y de presencia en el panorama cultural aragonés y español. El escritor Enrique Vila-Matas dijo: "Esta librería es el abismo".

Eva y Félix explican su decisión: "La principal razón del cierre es económica: no vendemos los libros suficientes para que la librería sea viable y las cuentas no nos salen de ninguna manera. Somos una librería de fondo y tener las estanterías llenas de libros supone tener un capital inmovilizado enorme, y la inversión que hay que hacer en comprar las novedades que salen cada mes es altísima... Abrimos en 2004 y la crisis llegó muy pronto, en 2009: llevábamos solo 5 años y no nos había dado tiempo a consolidar el negocio".

El sector del libro ha cambiado mucho. Añaden: "En los últimos años se han dado cambios importantes en el modelo de consumo y de ocio: cada vez hay menos clientes jóvenes en las librerías y más que compran ‘on-line’; y en cuanto al ocio, con la irrupción de las redes sociales, las tabletas y los teléfonos móviles, el tiempo que destinábamos a leer ahora lo dedicamos a mirar Facebook y subir fotos a Instagram... Vivimos, además, en un momento muy rápido, en el que hay que hacer todo el rato varias cosas a la vez para no tener la sensación de estar perdiendo el tiempo: podemos ver una serie mientras contestamos un ‘whatsapp’ y tuiteamos que la serie es fantástica, ningún problema. Pero si leemos solo hacemos eso, es una actividad exigente que requiere atención exclusiva".

También ha acelerado la decisión la exigencia del oficio. "Desde el principio nos planteamos la librería como un lugar dinámico y vivo en el que ofrecer una programación cultural de calidad; no podemos hacer más cosas de las que hacemos y aun así no son suficientes", dicen Félix y Eva Cosculluela, reconocidos en todo el país. Maribel Verdú dice desde hace años que su prescriptora es Eva Cosculluela, colaboradora habitual de HERALDO; Félix González es un finísimo lector y sus consejos los siguen muchos lectores. Agregan: "Por otra parte este sector está cada vez más enloquecido. Los continuos cambios de distribución nos están haciendo devolver fondos completos de editoriales que tenemos que volver a pedir una semana más tarde (y que después llegan rotos, sucios e incompletos); el ritmo de publicación es disparatado y el funcionamiento del sector es poco eficiente".

Con todo, en el doloroso adiós, el balance "es maravilloso". Félix y Eva dicen: "Nos han pasado cosas estupendas, tenemos unos clientes fantásticos con los que hemos creado vínculos que van más allá de la librería, hemos tenido aquí a los mejores escritores y editores, hemos ganado premios, hemos sido siempre muy bien tratados por los medios, por los compañeros libreros, la ciudad y el público".

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