Desde su Vigo natal, el gaitero Carlos Núñez llega hoy a tierras aragonesas en su gira de conciertos por España con dos misiones. Una es visitar el santuario al dios celta Lug en la localidad turolense de Villastar. La otra, encontrarse con la herencia de los bardos prerromanos que aún perdura en la música y la gaita aragonesa. Quizá el viaje de este experto en cultura celta tenga una tercera motivación: Seguir los principios de Bob Dylan y animar a los jóvenes creadores a beber de la tradición para poder inventar nuevas canciones. Tras pisar Teruel –primera parada en su periplo–, además de uno de los mejores gaiteros del mundo, Núñez será el primer Académico de Honor de la Academia de las Artes del Folclore y la Jota de Aragón, una distinción que le será entregada esta tarde en el Casino turolense poco antes de su concierto en el Teatro Marín.

¿Sabe que su gira por las tres capitales aragonesas comienza por la que menos población y visibilidad tiene?

¡No me diga!. Bueno, es cierto que me dejo guiar por la intuición. A veces, es mejor que las cosas fluyan.

En su libro ‘La hermandad de los Celtas’, que ya va por la tercera edición, habla del santuario celtíbero al dios Lug en el municipio turolense de Villastar. ¿El lugar le ha servido de inspiración en sus últimos temas?

Sin duda. Ese lugar es importantísimo. Tanto, que por eso nos hemos aventurado a empezar por Teruel. Ya sé que la gente arranca por los sitios más poblados y no por los pequeñitos, pero, para nosotros, el santuario es trascendental porque allí se encuentra uno de los textos en lengua celta más antiguos que se conocen en el mundo y está dedicado a Lug, el dios celta más famoso y universal. Está en celta, pero escrito con caracteres latinos. En el mundo celta era todo oral, pero llegó un momento en que se sirvieron de los adelantos tecnológicos que traían los romanos. Y tiene ritmo, es como un poema para ser cantado hecho por un bardo bilingüe.

¿Irá a visitarlo?

Es de las primeras cosas que quiero hacer al llegar a Teruel para dar el concierto, que creo que será el primero de música celta por aquellas tierras. Pero lo más fascinante es que la música aragonesa y la gaita aragonesa, con todas sus raíces, conectan con lo celta en España. Hay una diagonal imaginaria que parte de Cadiz hasta los Pirineos. Al norte es el mundo de la gaita y sus amigos;hacia abajo, de la guitarra, una música de influencia clásica con no más de 300 años.

¿Anima a los jóvenes gaiteros aragoneses a investigar sobre la música tradicional?

Claro, desde aquí hago un llamamiento a gente joven que tenga cosas que decir, aunque no toque instrumentos tradicionales, que tenga algo que aportar a la música celta, de otros estilos, algo bonito, novedoso. A otros festivales celtas acuden géneros como el indi, el rock, la música electrónica y la clásica. Uno puede inspirarse en todos esos géneros , como está haciendo Rosalía con el flamenco y el pop. Sería un desastre que España olvidase su cocina y se dedicara a hacer ‘burger’, pero es lo que está pasando con la música.

¿Se puede vivir de este tipo de música, que poco o nada tiene que ver con la que nos llega de Nueva York o Miami?

Yo soy la prueba de ello. Con la música tradicional viajas por todo el mundo y puedes llegar a ser un profesional. Hay futuro.

¿Cómo serán sus conciertos en Teruel, Zaragoza y Huesca?

Una gran celebración de las músicas celtas y aragonesas. Tocaremos la música recientemente descubierta de los bardos celtas más antigua del mundo, escrita con códigos secretos, con ceros y unos que marcaban la armonía y la forma de acompañar esa música. Haremos también melodías medievales. Será un auténtico viaje por el tiempo y la gente lo pasará muy bien.

¿No teme que lo tachen de antiguo?

No, lo primero que haremos en el concierto es demostrar que esos esquemas antiguos de la música celta han sobrevivido en el rock and roll y en el pop. Los llevaron los ingleses cuando fueron a Estados Unidos emigrados. Tocaremos rock canónico, puro.

Se ha convertido en un experto en cultura celta.

En mi libro hablo de las investigaciones que han realizado arquéologos británicos, que son los que más saben de los celtas. De pronto, nos cuentan que los celtas no fueron unos señores con cuernos que llegaban a la Península por los Pirineos desde el centro de Europa. El fenómeno celta empezó en la península Ibérica y llegó hasta Escocia, y no al revés.

Entonces, la gaita celta clásica, ¿también es un invento de la Península Ibérica?

Lo mismo. Hace mil años hubo en la Península una reinvención de esa gaita, que es la que nosotros aún tenemos. De aquí subió hacia las Islas Británicas. Estas nuevas tesis científicas nos están haciendo un verdadero regalo. Nuestra cultura y tradiciones son riquísimas y muy antiguas y la música celta puede ser la mejor ventana para darlas a conocer al mundo. Tendremos que explorar todo esto. No es normal que la única música española conocida sea una tercera parte de la que existe.