Lorena de Orte: "La imaginación es básica para una actriz y un camino que conduce a la verdad"

Esta bailarina, actriz y cantante de coro, nacida en Zaragoza en 1983, vive un sueño: participa en la pieza ‘Muerte en el Nilo’, que se despide hoy del Teatro de las Esquinas.

La actriz, corista y balarina Lorena de Orte, en Las Esquinas.
La actriz, corista y balarina Lorena de Orte, en Las Esquinas.
Toni Galán

"En ‘Muerte en el Nilo’, que es una adaptación moderna de la novela policíaca de Agatha Christie, hago el papel de una joven que es invitada a realizar un crucero y acaba siendo como un despertar a la vida, a la pasión, a una experiencia fascinante", dice Lorena de Orte (Zaragoza, 1983), una mujer entusiasta y arrolladora que tiene un sueño: vivir en el arte, trabajar sobre el escenario

¿Lo está consiguiendo?

Bueno. Estoy feliz. Esta obra es muy especial para mí. Es la primera vez que actúo como actriz, que tengo un papel con texto. Llevo tiempo esperando una oportunidad así. Tendremos funciones hasta finales del año 2019.

¿Qué nos diría de la obra?

Que es una montaje precioso. De tripa y drama. Que sale de adentro, muy bien trabada, con un piano en directo y canciones de los años 30 y 40. Hay un juego escénico sencillo, en apariencia, pero muy elaborado. Gustará mucho. Estrenamos en septiembre y para mí es muy importante estar aquí, en Zaragoza, con mi gente.

Si le parece, hagamos un poco de biografía.

Es la tercera vez que vengo a actuar a mi ciudad, donde vive mi familia, donde están mis amigos. Primero estuve con ‘Grease’ en el Principal, y luego con ‘Cabaret’ en el Palacio de Congresos. Me especialicé en teatro musical y musicales. Y ahora esto.

Pero, ¿no era usted bailarina?

Sí. Claro que sí. Estuve varios años en el Estudio de María de Ávila, con ella, con su hija Lola, con la gran bailarina María Ángeles Bescós, con la ahora actriz Alexandra Jiménez, a la que nunca le he dicho que había sido alumna suya. A los 20 años, decidí irme a Madrid.

¿Y qué pasó?

He hecho muchos cursillos. He cuidado mi formación, me he gastado mucho dinero. Mi sueño es hacer carrera en el escenario. Eso me hace feliz. Soy bailarina, pero también he hecho estudios de canto, no soy solista sino corista, con Mamen Márquez, que ha trabajado en ‘OT’, o con Víctor González, que ha hecho musicales como ‘West Side Story’.

O sea que el canto es complementario…

Sí, pero hay que hacerlo. He trabajado en varios musicales. Sobre todo cuando eres bailarina. Estuve en ‘Mi gran noche’, con Álex de la Iglesia. Imagínese cuánto he aprendido con Álex. De su puesta en escena, del montaje de las escenas, de su sentido del espectáculo y de cómo trataba a los actores. Fue una experiencia estupenda.

Da la sensación de que usted aprende siempre, y vorazmente.

Ja, ja, ja. Lo intento. Este es un oficio maravilloso para mí.

Acaba de dar el salto para ser actriz. ¿Con quién aprendió?

‘Muerte en el Nilo’ es un gran salto para mi carrera. ¿Maestros? Sobre todo, aprendí la profesión con Eduardo Recabarren. Es impresionante. Me enseñó que lo importante es que demos lo que llevamos dentro, que seamos naturales, que te dejes llevar, que no forcemos el drama ni el arrebato. Nos decía que mirásemos en el interior y que usásemos la imaginación. La imaginación es básica para un actor.

¿Por qué, en qué sentido?

Lo que se hace no es real. Es una interpretación; la cabeza te va a mil, está llena de emociones, de cosas que no que no están ni ves, y que debes hacer ver. La imaginación es para una actriz un camino que conduce a la verdad.

¿Admira a alguien en particular?

Sí. A la gran actriz Inma Cuesta, por ejemplo. La veo a diario en el gimnasio y algún día me atreveré a saludarla.

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