Futbolistas como Messi y Ramos son figuras habituales en televisión, en las conversaciones de bar y hasta en las revistas del corazón. Sin embargo, ¿a alguien le suenan Rekkles o Ning? Son los apodos utilizados por dos jugadores de ‘e-sports’ y más concretamente de ‘League of Legends’ (LoL).

La profesionalización de los videojuegos es una realidad. Los deportes electrónicos cuentan con competiciones oficiales y el LoL es uno de sus máximos exponentes. Sus estrellas son jóvenes altamente codiciados en el mercado de fichajes, con buenos reflejos y visión estratégica. Compiten por equipos y entrenan delante del ordenador hasta que se les nubla la visión. Para muchos niños, la profesión soñada.

La última gran competición ha sido el mundial, celebrado en Corea del Sur. Más de 50.000 asistentes, casi todos adolescentes, abarrotaron el estadio para ver la gran final.

Desde sus casas miles de espectadores seguían la retransmisión ‘online’ del evento. Observaban la partida mientras escuchaban a los comentaristas narrarla con la misma intensidad que si se tratara de un derbi futbolístico.

El consumo audiovisual vinculado a los videojuegos es un fenómeno en auge. Algunos diarios deportivos incluyen noticias sobre estas competiciones en sus versiones digitales mientras que Movistar cuenta con su propio canal: Movistar eSports. Todo para unirse al tirón de una industria que cuenta con más de 150 millones de espectadores en todo el mundo. No se extrañen si sus hijos, de mayores, quieren ser ‘gamers’.

Elena Capapé es profesora de la Universidad San Jorge