Carmen París, de gira en México, llega al Festival Quimera de Metepec

La artista de Utebo actuó anoche en el Auditorio Roberto Cantoral del DF, y ha pasado ya por Mérida y Monterrey.

Carmen París y su piano están viviendo un satisfactorio debut en tierras mexicanas.
Carmen París y su piano están viviendo un satisfactorio debut en tierras mexicanas.
Marta Asensio

Carmen París lleva diez días en México con su espectáculo ‘En síntesis’, que repasa 30 años de carrera; es su primera gira en el inmenso país norteamericano. La artista de Utebo, residente en Madrid desde hace más de una década, arribó cargada de ilusiones por su primer contacto profesional con un público tan exigente y apasionado como el mexicano. Debutó el día 5 en Mérida, en el corazón del Yucatán, con la vocalista mexicana Malena Durán como invitada, y cruzó el golfo de México para llevar su música a Monterrey el pasado lunes 8; en esta ocasión, compartió cartel con Dolores Canta, estrella de la escena local de Nuevo León. Anoche actuaba en el DF junto al pianista uruguayo Diego Ebbeler y el percusionista Jorge Tejerina; la mexicana de origen peruano Tania Libertad y la cubana Gema Corredera eran las cantantes invitadas al festejo. Hoy participa en el Festival Quimera de Metepec –la ciudad mágica del Día de los Muertos, a apenas una hora de la capital del país– en una cita que cierran los colombianos Bomba Estéreo.

Las críticas de sus dos primeros conciertos en los medios locales han sido muy positivos y la presentación de hoy en el Quimera es el epicentro de la gira, un escaparate que puede traer buenos réditos en el futuro.

La apuesta de Carmen París en este viaje ha sido fuerte, y la espera a lo largo de los años, tortuosa. «Estoy que no me lo creo –apunta la artista– porque la verdad es que me ha costado mucho llegar a México; sí he estado en el cono sur, en Brasil, en Venezuela y en Estados Unidos, pero México se me resistía y entrar en el festival de Metepec, además de la actuación del Auditorio Roberto Cantoral en México DF, es un paso importante. Tengo confianza en hacerme un hueco en este país, porque hay lazos entre la jota y algunas muestras de la música raíz mexicana, como el son jarocho. Creo que lo que llevo puede calar en el público, hay gente en México que también confía en mis posibilidades y ahora toca sembrar un poco, para recoger en un futuro próximo, porque querré volver, eso es seguro. El apoyo del INAEM ha sido decisivo en este viaje; hay unas ayudas para giras en el extranjero que resuelven al menos la principal carga logística. Curiosamente, Enrique –por Bunbury– está tocando estos días (hoy y mañana) en el DF, anda por México. Hubiera sido bonito subirlo a hacer un dúo, pero las fechas chocan; quizá en una próxima ocasión».

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