David Sebastián: "El arquitecto del futuro será una mujer"

El ganador del premio García Mercadal reivindica «una arquitectura más de proximidad, silenciosa y honesta que plantee respuesta a nuevos modelos sociales"

Casa en tres primaveras
Casa en tres primaveras

David Sebastián (Barcelona, 1973) es el ganador del XXXIII Premio de Arquitectura Fernando García Mercadal, otorgado por el Colegio Oficial de Arquitectos de Aragón, por el proyecto ‘Casa en tres primaveras’, una vivienda de veraneo en el límite de un pequeño pueblo de Teruel.

¿Qué razones esgrimió el jurado para concederle el galardón?

Me pareció muy acertada la frase que lo describía como «una celebración del encuentro entre el pasado y el presente de Jarque de la Val»… porque la casa va de eso, y el motivo por el cual se hizo, también.

David Sebastián:  El arquitecto  del futuro será  una mujer

¿En qué consiste el proyecto?

Es una casa de 230 metros cuadrados para tres familias: la nuestra, la de la hermana de mi mujer y su padre, pensada para juntarnos durante los meses de verano. Y para conectarnos con una parte de nuestras raíces.

¿Cuál es el espacio que más disfruta?

El patio cubierto es el centro del edificio y está a la sombra la mayor parte del día.

El proyecto costó 90.000 euros. ¿Lo habría hecho diferente si hubiera tenido más presupuesto?

Con distintas condiciones del entorno, el cliente o el coste,... la respuesta probablemente también habría sido otra.

Ha estado siempre al pie del cañón de las obras.

Se construía siempre que yo podía venir desde Barcelona, donde vivo. Siempre con la llegada del buen tiempo y los días largos. Una dinámica poco habitual que duró tres primaveras. De ahí el nombre de la casa.

David Sebastián:  El arquitecto  del futuro será  una mujer

¿Qué es la arquitectura sostenible?

La del sentido común. Una casa sostenible empieza con una buena orientación, aprovechamiento del sol y la sombra, de la ventilación, de la humedad del terreno. Tiene que tener en cuenta la proximidad de la mano de obra y los materiales. Y ser capaz de reciclar incluso el material generado por la propia obra.

¿Por dónde se mueve hoy la arquitectura?

Hemos abandonado definitivamente la senda de la arquitectura más formal en favor de otra más honesta. Se hace una arquitectura más de proximidad, silenciosa e integrada. Nos interesa más trabajar con lo que tenemos cerca y lo local, poner en valor y experimentar con los materiales del lugar. También me gusta el interés creciente por dar respuesta a nuevos modelos sociales como las cooperativas de vivienda, la masovería urbana o los alojamientos temporales.

Su premio valora una casa en un pequeño pueblo del medio rural.

Eso me hace sentir orgulloso. Construir una casa en un pueblo despoblado es también una manera de valorar el mundo rural y la voluntad de no perder la conexión con las raíces.

¿Ha pasado ya la crisis del sector?

Estamos viendo síntomas de recuperación. Hay más concursos públicos, más movimiento, más iniciativas privadas, sobre todo en el ámbito de la rehabilitación y la vivienda. Pero aún estamos muy lejos, lógicamente, de la actividad que existía en la profesión hace 10 o 15 años. La situación para el arquitecto continúa siendo difícil en la mayoría de los casos, aunque con más motivos para el optimismo.

¿Qué papel desempeña el arquitecto en la sociedad actual?

Sigue siendo el de dar respuestas ajustadas a las necesidades reales de la gente. Debe intentar adelantarse a los cambios que se producen en la sociedad, cosa que no siempre se consigue. Y es que no es fácil, porque la realidad es cada vez más cambiante, fugaz y poliédrica, y los tiempos en arquitectura continúan siendo muy largos.

¿Hacia dónde camina el futuro de la profesión?

Los arquitectos hemos aprendido a proyectar de una manera más abierta y a ser más conscientes de la importancia de reutilizar, reciclar, reducir… También hemos evolucionado nuestra manera de trabajar. Cada vez hay menos despachos grandes y más colectivos de arquitectos que trabajan juntos y estudios con infraestructuras pequeñas que se unen temporalmente para encargos mas grandes.

¿Cómo será el arquitecto del futuro?

En el estudio me decían, si te hacen esta pregunta, diles que el arquitecto del futuro será una mujer. Me parece una respuesta justa y muy necesaria para reivindicar el papel de la mujer en un ámbito que continúa siendo mayoritariamente masculino. Y aunque todos conocemos arquitectas buenísimas, espero un futuro mas equilibrado en ese aspecto. También espero un profesional mas comprometido con los problemas reales de la gente, mas abierto a la participación, mas preocupado por el medio ambiente y más capaz de transmitir de una manera comprensible la importancia de nuestro trabajo. Creo, no obstante, que vamos por el buen camino.

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