El derecho de pernada y otras normas históricas aberrantes

Aunque la frase de ‘no se puede juzgar el pasado con los ojos del presente’ tiene sentido, no es menos cierto que algunas de las prácticas habituales en diversas épocas de la historia son tan aberrantes que parecen condenarse por sí solas.

El feudalismo de la Edad Media, las monarquías absolutistas y el sometimiento de buena parte de los ciudadanos de clases bajas a los de una privilegiada posición social y económica (nobleza, clero, terratenientes, etc) produjeron durante siglos considerables agravios que hoy en día no tendrían pase en el contexto de las sociedades modernas.

Aquí se detallan algunas de estas normas que, por raro que parezca, eran plenamente vigentes hace tan solo unos siglos:

Derecho de pernada: es probablemente el más famoso gracias a las películas de renombre internacional que lo han reflejado de una forma u otra. En latín vulgar medieval se conocía como ‘lus primae noctis’ (derecho de la primera noche), y hacía referencia al presunto 'derecho' que tenían los señores feudales de mantener relaciones sexuales con cualquier mujer que sirviese en sus dominios y que fuese a contraer matrimonio con otro de sus siervos. Apremio individual: originariamente empezó a utilizarse en Derecho romano, cuya legislación recogía que la persona que no cumpliese con sus deudas podía ser corporalmente sometido por su acreedor, de forma que se ponía a su servicio hasta que con el fruto de su trabajo saldase su adeudo. Esta forma de garantía personal, que conducía a muchas personas a la esclavitud, se fue sustituyendo con los años por el derecho de prenda general, a través del cual los acreedores eran recompensados con los bienes del deudor en caso de impago. Derecho de aubana: en la Edad Media era frecuente que el señor feudal se quedase con los bienes de un ciudadano extranjero muerto en su territorio gracias a este derecho. En épocas posteriores se consideró una práctica injusta y se cambió por el de detracción, mediante el cual se debía pagar un porcentaje sobre el valor de la sucesión. Duelo: el famoso combate a muerte en el que se enfrentan dos personas para resolver sus diferencias (normalmente insultos al honor) no fue abolido totalmente hasta principios del siglo XX en algunas sociedades occidentales. Comenzó a llevarse a cabo en el siglo XV como evolución de las justas o torneos medievales, y su objetivo principal no era tanto matar al adversario, como lograr satisfacción personal y el reconocimiento de los demás restaurando el honor propio al ponerse en juego la vida.