Si ‘Narcos’ descubrió a medio mundo el florido don de los colombianos para el insulto y su magnético acento, ahora son los giros mexicanos los que van camino del ‘trending topic’ del latiguillo popular.

Y todo gracias a unas series del país norteamericano, ‘Luis Miguel’ y ‘La casa de las flores’, que se han convertido en dos de los escasos fenómenos televisivos del verano de 2018.

Pertenecientes ambas al catálogo de Netflix, confirman, de paso, lo acertado de la apuesta de la plataforma televisiva por el género del culebrón, que ya inició en 2015 con ‘Club de cuervos’. Esta telenovela satírica sobre el mundo del fútbol acaba de estrenar un ‘spin off’: ‘La balada de Hugo Sánchez’.

Tanto ‘Club de cuervos’, como ahora su hijuelo, ‘Luis Miguel’ y ‘La casa de las flores’ tienen en común haber logrado seducir a la audiencia recurriendo a los mimbres de un género propio de la cultura latinomericana: el culebrón. Eso sí, con una renovadísima factura, que pasa por cuidadas producciones, no pocas dosis de sentido del humor (llegando, incluso a la autoparodia) y la incorporación de sentires y realidades sociales que conectan con nuevas generaciones.

Un claro ejemplo es ‘La casa de las flores’. Sus creadores no ocultan sus cartas telenovelescas. Empezando por su protagonista Verónica Castro, la inolvidable Mariana de ‘Los ricos también lloran’, que, en 1986, inauguró en España el largo reinado del folletín latino. Ahora Verónica es en ‘La casa de las flores’ la matriarca de una rica familia venida a menos, que fuma marihuana en pipa, tiene un hijo homosexual, un yerno afroamericano y otro transexual (interpretado por Paco León). Los tiempos también cambian.

‘Luis Miguel’, por su parte, no es exactamente un culebrón. Es en realidad un ‘biopic’ de una vida de culebrón. La serie en torno al famoso cantante (quien forma parte de la producción) fue la sorpresa del comienzo del verano. Durante el tiempo de su emisión (en México hasta el 15 de julio), la audiencia de la plataforma creció en ese país un 18%. En España, el boca a boca también fue incrementando los seguidores, incluso entre quienes jamás han escuchado una canción del ‘Sol de México’.

Una magnífica ambientación, un castin excepcional (los actores que interpretan a Luis Miguel en tres momentos de su vida se le parecen muchísimo), estupendos secundarios y la destacable actuación del español Óscar Jaenada como Luis Rey, el padre del cantante, son cuatro de las claves del éxito. Habrá segunda temporada.