Graffiti Removals: un archivo mundial de pintadas borradas con participación oscense

Forman parte de nuestras ciudades. Aparecen en fachadas, vagones de tren, incluso en lugares imposibles de ciertos elementos del mobiliario urbano. Pero ¿alguien se fija en los grafitis que ya no están? ¿En aquellos que han sido eliminados? Precisamente en torno a estas reflexiones, y hace tan solo un mes, nacía el proyecto ‘Graffiti Removals’, un archivo on line que contiene más de 1.500 imágenes de grafitis de todo el mundo, y cuya peculiaridad consiste en que estos acaban de ser borrados. Tras esta iniciativa se encuentran cuatro artistas, y entre ellos, un aragonés, el oscense Jorge Isla.

“El proyecto tiene una gran relación con el arte y más concretamente con la abstracción americana. También tiene un punto reivindicativo e incluso con cierto punto de ironía ya que mostramos diferentes muros que contenían grafitis, y al proceder a su borrado ha quedado una huella registrada sobre ese soporte que incluso molesta más al propietario que el propio grafiti”, reflexiona uno de sus creadores.

En la actualidad, la página web cuenta con más de 10.000 seguidores en todo el mundo, los cuales, además, tienen un papel fundamental dentro del proyecto ya que cada uno de estos registros de huellas de grafiti son realizados por los propios internautas.

“Los usuarios de instagram nos pueden mandar imágenes de grafitis eliminados. Para ello deben mandarnos un mensaje privado con la imagen y la localización exacta y si nos parecen interesantes estéticamente pasan a formar parte del archivo”, explica Isla.

Sin embargo, el archivo no se limita tan solo a esta red social, para quienes carezcan de cuenta en instagram existe la posibilidad de enviar estas instantáneas a través de su correo oficial, info@graffitiremovals.org. “Lo que ocurre al subir una imagen a instagram es que se publica de forma automática a la página web del proyecto”, añade el oscense.

En su página web, además de contener todas las imágenes del proyecto, hay un mapa interactivo en el cual se ubican todas estas imágenes registradas y geolocalizadas sobre un mapamundi. Norteamérica supera el centenar de huellas, mientras que la gran mayoría se concentran en Europa.

“Considero que para que exista arte urbano tiene que existir el grafiti, y no por ello significan lo mismo estos dos conceptos. En mi opinión, son dos lenguajes diferentes donde el sentido comunicativo de ambos es totalmente diferente aunque el medio y las herramientas sean similares”, explica Isla. “Es como la comunicación escrita, con un bolígrafo y un papel puedes comunicar diferentes expresiones con diferente contenido”, continúa.

77 en España, 5 en Aragón

Tan solo en España aparecen 77 registros, de los cuales, tan solo cinco son aragoneses: dos se encuentran ubicados en la capital aragonesa y los tres restantes en Huesca. En Zaragoza ubicados en Vadorrey y el centro de la ciudad, y en Huesca todos a escasos metros de la estación de tren.

Entre los más curiosos, existe un registro en Sudáfrica, dos en Indonesia, cuatro en Israel y cinco en Japón. Por supuesto, la idea es seguir creciendo y expandiéndose hasta los lugares más recónditos del mundo.

“La participación de cada ciudad en esta cartografía dependerá de lo que quieran los usuarios. Se trata de un proyecto colaborativo donde todo el mundo que lo desee puede mandar imágenes que contengan estos grafitis”, explica. Un proyecto con el que, asegura, no tratan de posicionarse ni a favor ni en contra de esta forma de expresión artística, sino tan solo darle un nuevo punto de vista a este fenómeno, para muchos, invisible.