El reto de fotografiar la noche

Poca luz, mucha distancia, ajustes por realizar... No es fácil captar imágenes nocturnas. Hay que acudir a lugares con poca contaminación lumínica, fuera de las ciudades.

Fotografía nocturna en Alcaine, Teruel, compuesta por ocho tomas.
El reto de fotografiar la noche
Mariano Candial

Retratar los astros requiere de algunos conocimientos previos imprescindibles. El esencial: un trípode. La luz de las estrellas es tan pequeña que necesitamos un tiempo de exposición (es decir, los segundos que permanece abierto el obturador que permite que entre la luz) bastante largo y cualquier movimiento puede provocar que la foto quede borrosa.

Como indica Mariano Candial, miembro de la junta directiva de la Asociación de Fotógrafos Profesionales de Aragón, hasta una leve racha de viento puede mover ligeramente el trípode y, en consecuencia, estropearnos la foto. Pero todo tiene solución: colgando peso en el trípode lograremos una mayor estabilidad. Una bolsa de tela llena de arroz es un elemento perfecto, ya que sirve tanto para colgarlo del trípode como para emplearlo como apoyo de la cámara en caso de necesidad. ¿Dónde ir, en qué lugares captaremos mejor las imágenes? Donde no haya contaminación lumínica: en Zaragoza, los aficionados van a Monegrillo, junto a la ermita de Don Benito. En Huesca y Teruel ya es más fácil, y son muchos los pueblos donde se captan fácilmente hermosas estampas de la Vía Láctea. En Javalambre (Teruel), la contaminación lumínica es tan baja que allí se ha instalado un observatorio astronómico.

Un aspecto importante es el empleo de un disparador. En este tipo de fotografía no nos valdrá con tener un pulso de cirujano para obtener una buena instantánea, ya que necesitaremos eliminar el pequeño traqueteo que provocamos al apretar el botón de la cámara. Por ello, debemos emplear un disparador a distancia, ya sea remoto o con cable. O podemos configurar la cámara para que comience a hacer la fotografía dos segundos más tarde del momento en el que hemos pulsado el botón.

Una vez conocidos los accesorios que necesitamos, debemos pasar a pensar cómo configuramos nuestra cámara para esta situación tan especial. Es imprescindible, por tanto, no emplear la cámara en su modo automático, para poder así modificar los parámetros a nuestro antojo. A pesar de que algunas cámaras ya cuentan con una preconfiguración para realizar fotografías nocturnas, es mejor que tengamos libertad aunque haya que realizar más intentos.

En líneas generales, deberemos emplear la apertura máxima, un gran angular y unos veinte segundos de tiempo de exposición. Pero no se asusten, cada cámara tiene sus particularidades y lo importante –además de lo entretenido– es ir probando las distintas configuraciones hasta encontrar la ideal para nuestra situación. "Es cuestión de probar", afirma Candial.

Este es uno de los puntos clave del proceso y una de las razones por las que es importante, aunque no imprescindible, emplear una cámara réflex, que nos permitirá ajustar los parámetros con más libertad. Una cámara compacta nos dará una menor libertad de movimientos, y lo mismo ocurrirá con un teléfono móvil. Aún así, Salvador Palos, presidente de la asociación, recuerda que ya hay aplicaciones para móviles que permiten modificar estos parámetros en nuestro smartphone como ‘HALIDE’, para iPhone, o ‘Camera Zoom FX’, para Android.

Las fases lunares

La planificación es otro factor importante al que no solemos prestar la atención que se merece en nuestras excursiones nocturnas. Conocer las fases lunares y la posición de nuestro satélite, procurar situarnos a la mayor altitud posible o alejarnos de los núcleos urbanos que producen contaminación lumínica son aspectos que se deben tener en cuenta antes de salir de casa con la cámara bajo el brazo. Luisa Valdivielso, astrofísica y responsable de divulgación del Centro de Estudios de Fisica del Cosmos de Aragón, recomienda los días 10, 11 y 12 de agosto, puesto que habrá luna nueva y se verán mejor los astros. Además, "la mejor hora para fotografiar la Vía Láctea, si tenemos la suerte de poder contemplarla, es la medianoche", dice la astrofísica.

Por último, el consejo de los profesionales. Candial aconseja que en la fotografía aparezca algún elemento que el espectador pueda reconocer, como una casa o un árbol: "Una foto con solo estrellas no dice nada", asegura. Por otro lado, Palos recomienda un lugar concreto al que acudir en estas noches veraniegas para hacer grandes fotografías: el pueblo abandonado de Rodén el Viejo. Perteneciente al municipio de Fuentes de Ebro, Rodén fue desmantelado tras la Guerra Civil para aprovechar la madera que contenían sus edificios y posteriormente abandonado. Valdivielso también tiene su recomendación: el entorno del observatorio de Javalambre, en el municipio turolense de Arcos de las Salinas.

En este caso, la pregunta del millón sería, ¿cuánto puede costar el equipo necesario para fotografiar estrellas? Es posible gastarse cuanto se quiera en un equipo, pero a partir de los 600 euros las fotografías comienzan a parecer profesionales. Lo ideal es empezar con el equipo más sencillo posible e ir mejorándolo poco a poco aunque, con cuidado: "la fotografía nocturna engancha", aseguran.

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