Cristina Martínez de Vega: "Kautela sabía estar en todas partes y hallar la noticia"

Es nieta del fotorreportero de HERALDO Francisco Martínez Gascón (Zaragoza, 1904-1983), Kautela, al que dedicó su tesis doctoral y un libro.

Cristina Martínez de Vega es nieta del reportero Kautela.
Cristina Martínez de Vega es nieta del reportero Kautela.
Oliver Duch

¿Recuerda la primera imagen que tiene de su abuelo Kautela?

La primera no, pero sí recuerdo haber estado junto a él en la antigua redacción de HERALDO. Recuerdo ver a los trabajadores componiendo con tipos las páginas de entonces, de formato mucho más grande de lo que es ahora. Nuestra relación no fue la típica de abuelo-nieta. No era el típico abuelo que leía cuentos.

¿Qué se contaba en la familia de él, cuál era su leyenda?

Se contaban muchas anécdotas, pero sobre todo se hablaba de su manera de entender la vida y de sus amistades. Mis abuelos fueron muy amigos, entre otros, de Aurora Redondo y su esposo Valeriano León, de Concha Piquer y Gitanillo de Triana o Manolete… Sin ir más lejos, Celia Gámez fue la madrina de bautismo de mi padre. Recuerdo perfectamente a Celia Gámez o a Aurora Redondo fuera de los escenarios.

¿Cómo le marcó su abuela?

Tuvieron un noviazgo largo y una boda tradicional en 1938. En estos años, las imágenes que mi abuelo realizó de mi abuela son excepcionales por ver que, efectivamente, tuvo ahí una fuente de inspiración. Son delicadas.

¿Cómo eran, cómo se llevaban?

Tenían caracteres muy marcados y con intereses comunes: el teatro, la literatura, las artes, los toros… Ambos tenían un gran don de gentes que les hizo vivir una Zaragoza a la que pocos accedían.

¿Cuándo empezó a interesarse por él? ¿Lo recuerda?

Realmente cuando encontré todo el material que, después, se convertiría en objeto de estudio de mi tesis. Hasta entonces, solo había sentido el interés propio de una nieta que ha tenido poca relación con su abuelo. De hecho, cuentan que mi abuelo me conoció mientras mis padres me paseaban por Independencia con unas pocas semanas.

Uno de los capítulos más bellos del libro –‘Kautela. Un fotógrafo en la España franquista (1928-1944)’, IFC, escrito con Víctor Lahuerta y Álvaro Capalvo– son sus archivos. ¿Dónde estaban?

A la muerte de mi abuela, mis dos hermanos y yo, junto con mi madre, vaciamos el piso en el que habían vivido mis abuelos y mi padre. Cuando tocó vaciar el cuarto que mi abuelo había ocupado hasta su fallecimiento, fue cuando encontramos todo el material en un armario empotrado. La suerte quiso que estuviera más o menos bien conservado.

¿Por qué le dedicó su tesis?

En un principio no pensé en tesis, sino en cursos de doctorado de Ciencias de la Información y Biblioteconomía, con la intención de encontrar la manera de ordenar ese material de forma sistematizada. Tuve la suerte de que la doctora Carmen Agustín Lacruz me dirigiera aquellos cursos y fue ella la que vio el potencial de todo ese material. Después de años de trabajo juntas, se materializó en una tesis doctoral que defendí en marzo de 2016.

Ya desde un punto de vista más profesional, ¿qué tipo de fotógrafo es para usted Kautela?

Resaltaría su visión tan cinematográfica que puede verse en algunas de sus imágenes, como las de los pontoneros cruzando el Ebro por Quinto, o sus retratos al general Yagüe, donde el militar no posa sino que es captado.

¿Qué significó para él estar en el juicio de la rebelión de Jaca?

Es su primer gran hito como fotógrafo. Estas imágenes del juicio a Galán y García están firmadas por Marín Chivite, aunque las fuentes documentales y orales confirman que las realizó mi abuelo. En la Guerra Civil, al ser apresado Chivite por los republicanos, mi abuelo tuvo que asumir el papel del fotorreportero que no estaba y por eso pudo fotografiar todos los frentes.

¿Qué vínculo tenía con Yagüe, con Falange y el Movimiento?

No sabría decirlo. Lo que parece claro es que algún vínculo tuvo cuando pudo conseguir los salvoconductos que le permitieron viajar libremente por los frentes o que el mismo Ramón Serrano Súñer firmara el que le permitía entrar con el general Yagüe y sus tropas en Barcelona.

¿Qué le sucedió en los años cuarenta? Le negaron el carné de prensa, estuvo en la cárcel…

No se sabe. Luego se recicló en HERALDO por su carácter extrovertido, del que ya le he hablado. Sabía estar en todas partes y hallar la noticia para el diario.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión