Se busca ocio estival con niños al mejor precio en Zaragoza

Quedarse en Zaragoza no tiene por qué ser aburrido ni derivar en un gasto excesivo.

Paseo por Los Galachos de Juslibol, en Zaragoza.
Paseo por Los Galachos de Juslibol, en Zaragoza.
Maite Santonja

Con las vacaciones, los más pequeños de la casa tienen todo el tiempo del mundo para aprender, socializarse y pasarlo bien, una suerte que no suelen compartir sus progenitores, que deben esperar a sus semanas de asueto para poder viajar o hacerse una escapada que les permita cambiar de aires.

Por eso, es probable que a los niños les toque pasar más tiempo del que les gustaría en la ciudad, lo cual no tiene por qué ser aburrido ni derivar en un gasto excesivo. El cine, las atracciones o los helados son perfectos aliados del entretenimiento de los niños, pero no se pueden convertir en una costumbre diaria, así que merece la pena contemplar otras opciones en la capital aragonesa sin coste añadido, o de coste mínimo, que seguro que resultan muy útiles en las próximas semanas:

Fuentes de chorros verticales: resultan una refrescante alternativa para los pequeños urbanitas  que, ataviados con su bañador y sus chanclas, y toalla en mano, encuentran en estas instalaciones un divertido recreo para sofocar las calurosas jornadas en la capital aragonesa. Estas fuentes, que funcionan de forma intermitente, se ubican en la zona de la Expo, en Valdefierro, al lado de la estación Delicias o en el barrio de Parque Venecia, entre otras ubicaciones. ¡Descúbrelas! Picnic en el campo: pocas cosas hay más económicas que pasar el día en el campo con unas fiambreras. Los galachos de Juslibol o La Alfranca son parajes recomendables para disfrutar en contacto con la naturaleza y son de una gran singularidad. También los parques y las zonas verdes de la ciudad, en la ribera del Ebro o en las próximas al Canal Imperial abren el abanico de opciones para divertirse al aire libre. De museos: la mayoría son de acceso gratuito para los menores y, para los adultos, el precio es simbólico. Además, El Museo del Fuego y de Los Bomberos, Caixaforum, la Escuela-Museo de Origami o el Pablo Gargallo programan actividades y talleres en exclusiva para el público infantil, lo que ameniza todavía más la visita. Hasta la torre del Pilar: los menores de 9 años tienen la opción de subir en ascensor de forma gratuita a una de las torres que integran la basílica, símbolo de la fisionomía de Zaragoza. Los adultos solo pagan 3 euros por unas vistas magníficas al Ebro, la margen izquierda de la ciudad y su zona centro. Bibliotecas: clubs de lectura, talleres creativos y actividades de todo tipo componen la oferta de estos espacios que se dirige a los más pequeños de la casa. Por otro lado, enseñarles a aprender cómo manejar bibliografía y cómo realizar las búsquedas de lo que más interesa es una agradable y didáctica tarea. Una velada en casa: reunirse en torno a un juego de mesa, organizarse en equipo para hacer una receta de cocina o confiar en la imaginación al poder para disfrutar con un sinfín de manualidades son quehaceres muy gratos a los que no se les puede dedicar mucho tiempo durante el curso y que, por eso, resultan muy interesantes durante la época vacacional. Un paseo por el parque: recrearse y aprender con la botánicas y las especies animales que se pueden encontrar en las zonas de esparcimiento zaragozanas también es una oportunidad para el entretenimiento. Los parques siempre son destinos agradables para recorrer en familia y refugiarse del estrés de la ciudad. Un simple paseo es una opción muy recomendable.Ir al suplemento de Ocio