Eduardo Bolea: "La ciencia siempre es una de las grandes damnificadas"

Bolea (Binéfar, 1984) es uno de los cinco galardonados por la Unión Internacional de Química Aplicada. Ahora hace una beca postdoctoral en Bélgica.

Bolea, en el laboratorio en el que trabaja en Gante (Bélgica).
Bolea, en el laboratorio en el que trabaja en Gante (Bélgica).
Heraldo

Ser el autor de una de las cinco tesis de química reconocidas por una institución internacional tiene que ser un honor. Enhorabuena.

Muchas gracias. Ha sido una gran sorpresa. Sabíamos que este premio no había sido concedido a ninguna tesis doctoral en el área de la Química Analítica durante los últimos años, sino a otras disciplinas que pueden tener más visibilidad o resultar más llamativas. Esto lo hace más especial.

Explique un poco su trabajo, de forma que todo el mundo lo entienda.

Se ha centrado en demostrar las posibilidades de una nueva técnica de análisis instrumental. Esto nos permite medir cantidades bajas de muchos elementos. Por ejemplo, los habituales análisis de sangre pueden proporcionar información sobre la cantidad de ciertos elementos, como puede ser nuestro nivel de calcio.

¿Qué aplicaciones tendría esta técnica?

Por ejemplo médicas, medioambientales o geológicas. Sin embargo, hay muchas más posibilidades. La química analítica está muy presente en nuestra vida diaria. Todo avance en este campo repercute directamente en mejorar la calidad de los productos que fabricamos; en detectar y controlar a tiempo una posible contaminación o en nuestros tratamientos médicos.

¿Es diferente la forma de valorar la ciencia de los belgas?

La investigación en Bélgica u otros países de la Unión Europea está más enfocada y apoyada por un mayor tejido industrial. Lamentablemente, en España la investigación siempre se ve como algo a largo plazo, y en épocas como la de los últimos años, con una importante crisis económica, la ciencia siempre es una de las grandes damnificadas. Esto es un error muy común porque puede tener grandes beneficios económicos a corto, medio y largo plazo.

¿En qué se está formando allí?

Tengo una beca postdoctoral por la Universidad de Gante para continuar mi formación como investigador en el área de la Química Analítica, y combino esta tarea con la enseñanza a grupos de estudiantes que están haciendo la carrera de química, de máster o supervisando trabajos de futuros doctores.

¿Cuándo surge este amor por la ciencia? ¿Y por investigar?

No imagino ciencia sin investigación. Siempre quería entender el porqué de las cosas, me gustaba bastante preguntarlo todo.

¿Y por qué la Química Analítica?

Siempre me atrajo más la Química Analítica, quizá porque le veía más aplicación práctica y me atraía la idea de trabajar en un laboratorio con todos aquellos equipos que no podíamos casi ni tocar durante la carrera.

El mundo de la investigación es complicado…

Lo es a nivel profesional y también personal, pero es a la vez gratificante cuando consigues tus objetivos. Este mundo ahora mismo no proporciona ningún tipo de estabilidad y se ha convertido en una competición constante. Es una pena que algunas veces este sistema pueda eclipsar el objetivo real de la investigación, pero en la actualidad dependemos constantemente de proyectos, nuevas becas de investigación, etc.

¿Le gustaría volver a España a seguir investigando?

Sí, aunque por el momento no me he planteado todavía la vuelta a casa. Sin embargo, estar lejos de la familia y los amigos va pesando cada vez un poco más. Siendo de un pueblo relativamente pequeño como Binéfar, soy consciente de que no es posible ‘volver a casa’ por completo si quiero seguir en investigación, pero quizá sí estar algo más cerca. Por supuesto, es muy diferente lo que nos gustaría hacer a corto o largo plazo a muchos investigadores que estamos en el extranjero, y las posibilidades reales de volver ahora mismo. Lo mejor es ir paso a paso, y no pensar demasiado en el futuro.

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