Cuando Rubén Blades suba este viernes por la noche al escenario flotante de Lanuza, la vigesimoséptima edición del festival Pirineos Sur habrá alzado oficialmente el telón en el apartado musical y en el que viene siendo su principal polo magnético, un elemento de alta conductividad que magnifica las leyes de la física y proporciona a cada noche de concierto un entorno único, tantas veces loado como merecedor de nuevas lisonjas. Lo mismo que ocurre con Blades, por cierto; en la que sí parece ser su gira del adiós, un telón ya pospuesto anteriormente, viene arropado por Roberto Delgado & Orquesta, formación con la que publicó el año pasado un segundo álbum, la propuesta escénica (más de 20 músicos sobre las tablas) busca amplificar los arreglos y remedar el sonido de ‘big band’, en un túnel del tiempo que va más atrás (hasta los 50) de la propia trayectoria artística de Blades, que roza el medio siglo. Es la tercera vez que Blades actúa en el festival: la noche se completará en Lanuza con Los Mirlos, de Perú, y King Coya, de Argentina.

La FAM Compañía de Teatro, con su espectáculo ‘Wolves’, habrá empezado a calentar el ambiente con su pasacalles vespertino por Sallent de Gállego. Allá ya se dejará caer un buen número de incondicionales, primeros guarismos de la carrera por alcanzar los 60.000 asistentes del año pasado; en esta ocasión, el programa combina el riesgo con las apuestas consolidadas, con el propio Blades, Gilberto Gil (21), la noche flamenca capitaneada por Diego Carrasco y los Gipsy Kings (27) y el homenaje a Chicotén con el aperitivo de Maut, una oda al folclor aragonés.

El director del festival, Luis Lles, reconoce que a pesar de la calidad del programa, las figuras convocadas en este 2018 "quizá no tienen el tirón popular que tenían el año pasado. Además, hay una festivalitis tremenda y eso también puede restar público", manifestó en la presentación.

La segmentación del programa arroja una oferta muy interesante; sin ir más lejos, el marco Global Groove es una apuesta enraizada originalmente en el jazz y que ha ido investigando otros ámbitos, con el baile como nexo. Este sábado tendrá en escena a Batuk y Seun Kuti, el hijo de Fela Kuti, y en jornadas sucesivas albergará el talento de Tote King (hip hop y flamenco en el mismo matraz), la vanguardia de simiente cubana que representa La Dame Blanche (presente el pasado fin de semana en el Slap! de Zaragoza) y funky de Abdul & The Gang. Será una decena de citas repartidas entre Lanuza y Sallent.

Información útil

La venta de entradas para los conciertos de Lanuza va a buen ritmo. Las anticipadas, con un precio que oscila entre los 20 y 35 euros, se pueden conseguir en la web de festival y ‘entradasatualcance.com’, Ticketmaster, Ticketea o ‘entradas.com’. En Francia se venden en ‘francebillet.com’. El abono en la web oficial cuesta 100 euros. Hay que recordar que los espectáculos que se celebrarán en el escenario de Sallent de Gállego son siempre gratuitos. Las tradicionales sesiones de DJ del Auditorio de Lanuza, que se celebran tras los conciertos y se alargarán hasta las 4.30, pertenecerán este año a la programación oficial del festival. El precio estará incluido en la entrada del concierto.

Una novedad con respecto a otros años: el ciclo ‘Color Café’ se celebrará este año en el Castillo de Larrés, y tendrá un precio de 5 euros por día. La venta anticipada de estos conciertos se realizará únicamente en la oficina de información del festival en Sallent de Gállego: el mismo día del ciclo, las entradas se podrán conseguir en el propio castillo.

Acampada y aparcamientos

Como todos los años, la organización pondrá a disposición una zona de acampada entre el 13 y 29 de julio con un precio de 2 euros por persona y noche y otros dos euros por tienda y noche. El espacio de acampada del festival está a la orilla del pantano, a dos kilómetros de Sallent de Gállego (el mismo lugar de los últimos años), tiene capacidad para acoger 200 tiendas y está acondicionado con los servicios mínimos: baños y duchas. Las plazas se ocuparán por orden de llegada hasta completar aforo. Se puede acceder fácilmente a pie y dejar el vehículo en un parking reservado para los usuarios, muy próximo a la zona de acampada.