Nora Norman: "Está resurgiendo un panorama musical interesante"

Presenta esta noche en el Teatro Arbolé de Zaragoza su primer disco, ‘Chaos’. ¿Por qué ese nombre?

Porque creo que es una forma de ordenar todas esas ideas, de ponerles voz a todos esos sentimientos que tengo en mi interior. Me reconozco como una persona desastrosa, caótica, e intento sacar lo más honesto, lo más sincero de mí. Y eso es lo que quería hacer en mi primer disco.

Es un cóctel de emociones con temas alegres como ‘What if’, pero también trágicos como ‘Angel’, una oda a su mejor amigo, recientemente fallecido.

‘Angel’ es una canción que amo poder haber hecho. Pero, al mismo tiempo, que lamento haber tenido que hacer. Estoy contenta, dentro de lo que cabe, con el resultado. Pero ojalá no hubiese sentido la necesidad de componer esta canción. El tema es una oda a los sueños que tienes desde que eres adolescente con tu mejor amigo, con la persona más cercana a ti. Aunque también es una carta de despedida, de rabia, una mezcla bastante intensa.

Ha compuesto cada una de sus canciones. ¿Se cree cada palabra que canta?

Por supuesto. Entiendo la música como algo vital, emocional, intrínseco. Comprendo que se pueda cantar una letra que no es propia, pero tiene que ser una con la cual te puedas sentir identificada. No converjo con interpretar algo que no sientes, me sería imposible cantar una letra que no me creo.

¿Diría entonces que utiliza la música como terapia?

Totalmente, sí. Es una forma de sacar todo lo que llevo dentro e, incluso, de expresarme como persona, de contar mi historia de una forma que me sale tan natural que, a veces, ni hablando puedo conseguir. Me resulta más difícil hablar que cantar.

Esa naturalidad también facilitará que el público se identifique con sus canciones, ¿no?

Supongo. Es bonito cuando te encuentras a gente que te comenta que, gracias a tus canciones, ha superado un momento difícil. Nunca pensé que pudiera llegar a tener ese tipo de efecto. Si con una mala situación personal puedo ayudar a otras personas, pues mejor. Solamente con lograr que un oyente sienta una pizca de lo que siento yo cuando canto, sacarle una sonrisa o una lágrima, me doy más que por satisfecha.

El disco está cargado de emociones, pero sus letras se alejan de toda sutileza.

¡Claro, es que solo tengo diez canciones para contarlo todo! Y todavía me faltan muchas cosas por decir. En cuanto terminamos de grabar el disco, estaba deseando empezar el siguiente. Pero ahora ya me he venido totalmente arriba, tengo muchas cosas que decir. Lo necesito.

Le inculcaron la música en casa desde pequeña. ¿Quiénes son sus referentes?

Si hablamos de clásicos, Stevie Wonder o Michael Jackson. Y respecto a los contemporáneos, Benjamin Clementine o Allen Stone. En cualquier caso, podría pasarme horas enumerando un montón de artistas.

Y todo empezó con una llamada de una discográfica que había visto un par de vídeos que subió a internet...

Eso sí que fue un cambio radical en mi vida. Pensaba que estas cosas solo pasaban en las películas. Traté de no darle importancia, porque es algo que siempre había querido. La música, para mí, siempre había sido algo utópico, ese sueño que no se va a poder cumplir. Y cuando me escribieron pensé que era una broma. Pero el tren pasó y lo cogí, de perdidos al río.

¿Cómo ve la escena actual del género soul?

Yo creo que el soul, el blues o el jazz están creciendo en este momento. Vivimos en una época en la que se nos ha inculcado lo que debemos consumir, lo que debemos escuchar. No se nos ha dado tiempo a generar nuestros propios gustos. Pero creo que, después de eso, está viniendo una oleada de gente joven que reivindica sus gustos propios, músicas que podrían parecer de viejos pero que son cada vez más apreciadas. Está volviendo a surgir una nueva escena musical interesante. Estamos volviendo a algo más 'setentero' u 'ochentero'. Al no tener grandes referentes actuales, regresamos a los clásicos.

¿Dónde se ve en unos años?

Haciendo música, contando mi historia, mi día a día, mis miedos. Lo único a lo que aspiro en esta vida es a poder dedicarme a cantar, a transmitir lo que me sucede en el escenario.