Boris se desnuda

El escritor y comentarista presentó en Zaragoza su novela biográfica ‘Tiempo de tormentas’, homenaje a su madre.

Boris Izaguirre posa durante la presentación en Zaragoza de su nuevo libro, 'Tiempo de tormenta'.
Boris Izaguirre posa durante la presentación en Zaragoza de su nuevo libro, 'Tiempo de tormenta'.
Guillermo Mestre

Si algo sabe Boris Izaguirre es crear expectación. Desde bien joven, como escritor de telenovelas, aprendió a estirar la espera hasta llegar al punto de inflexión más dramático. Y el martes, cuando tenía que presentar en Zaragoza su nueva novela, ‘Tiempo de tormentas’, llegó con el tiempo tan justo que incluso recibió un aplauso al llegar a la sala del Ámbito Cultural de El Corte Inglés. Tenía que entrar en directo en un programa de televisión y apenas le sobraron 20 segundos. Los suficientes para saludar a los asistentes, dar la mano a los periodistas y posar para una foto.

Boris Izaguirre siempre ha hecho alarde de una personalidad expansiva, de emociones poco contenidas. Y sin embargo, en la presentación de esta novela de contenido autobiográfico se apresura a retirar el foco de su persona para colocarlo sobre su madre, Belén Lobo, que fue pionera del ballet en Venezuela. "Porque ‘Tiempo de tormentas’ es sobre ella, la que me acompañó en esta montaña rusa que ha sido mi vida, la que me animó a ser yo mismo, sin ocultar nunca ni mi sexualidad ni mis opiniones. Pero, además, ella es la razón de que me animara a escribir el libro, porque solo tras su muerte me vino la idea. Quién sabe si fue mi madre quien me la mandó, de alguna manera".

Porque los padres de Boris, Belén Lobo y Rodolfo Izaguirre, representaban, en opinión del escritor, "una esperanza de conocimiento y de cultura que se vio interrumpida en Venezuela con la llegada del chavismo. Pero en mi niñez pude vivir ese ambiente cultural tan maravilloso". Era el año 1967, cuando un terremoto sacudió la ciudad de Caracas y destruyó miles de hogares. La familia Izaguirre no dudó en abrir sus puertas a amigos y vecinos y, así, el pequeño Boris compartió espacio con Altagracia, la locutora más famosa de Venezuela, o Ernesto, pintor y antiguo revolucionario, amigo de Rodolfo Izaguirre. "En ese campamento improvisado se creó una atmósfera cultural que me influyó para siempre, que me hizo ver el mundo de otra manera". Y en el salón, un cuadro, pintado por Ernesto y titulado ‘Tiempo de tormentas’, que da título al libro.

Los recuerdos más dolorosos

Fue una infancia en la que sus padres no solo comprendieron y aceptaron la sexualidad de Boris Izaguirre, sino que además le animaron a potenciarla, a considerarla un aspecto positivo. "Jamás me dijeron que me escondiera o que dejara de ser yo mismo, el mensaje que recibí de mis padres fue que tenía que compartir mis sentimientos". Pero fue una infancia que, sin embargo, se interrumpió demasiado pronto, cuando el escritor y comentarista sufrió a los 13 años una violación por parte de un amigo de su hermano, tal y como cuenta en libro.

Boris Izaguirre llamó la atención en ‘Crónicas marcianas’, además de por sus opiniones, por sus desnudos histriónicos. Y en el libro también ha narrado sin ropajes los recuerdos más dolorosos, "sin pudor, porque no solo son momentos escabrosos para mí, también lo fueron para mi madre. Y no podía ocultarlos sabiendo que habían sido también parte de su vida. Tuve la inmensa suerte de contar con su apoyo y que fuéramos dos quienes nos enfrentamos a esos momentos".

Se nota que el escritor está en ‘modo promoción’. Los comentarios sobre la novela salen de su boca de manera automática, quizá son ya demasiadas las ciudades por las que ha pasado en su presentación y firma de ejemplares. Solo el recuerdo de su madre le hacen regresar y mirar a los ojos al periodista. "¿Me preguntas cómo se puede caminar después de haber perdido a una madre? Para mí, lo doloroso hubiera sido no haber podido caminar con ella todos esos años. Porque nuestra relación fue muy particular, ella me introdujo primero en su mundo, en el ballet, y yo la veía actuar, bailar, saludar al público... Por eso para mí ha sido tan positivo escribir este libro, porque he podido revivir todos esos recuerdos que tanto me influyeron de niño. Ha sido volver a repasar con ella muchos momentos maravillosos".

Un cuadro simbólico

El cuadro ‘Tiempo de tormentas’ no solo ha inspirado el título de la novela, sino que es "un símbolo de lo que representa para Venezuela –continúa el escritor–. Porque si el pintor quiso agradecer su estancia en nuestra casa con ese cuadro, luego se lo quiso llevar. Un tesoro que se da, pero después se quita". Y se refiere a el doloroso regreso a Caracas hace unos años, cuando acudió a visitar a su madre tras conocer que sufría de cáncer. Una ciudad irreconocible en medio de la dictadura del chavismo, y un hogar en el que el cuadro ya ha sido arrancado.

Una frase que marcó a Boris cuando fue a ver a su madre fue el lamento de la bailarina de haber vivido tantos años en una dictadura. "En una conversación que tuvimos, cuando ya estaba enferma, me dijo: “Nací en una dictadura y moriré en una dictadura”. Esas son las historias reales, descarnadas, que incluye mi libro, pero también hay pasajes novelados, ya que juego con personajes inventados. Porque ‘Tiempo de tormentas’ no es una biografía, sino una novela, con pasajes de ficción".

El libro explica también la experiencia del comentarista en ‘Crónicas marcianas’, el espacio que le dio la fama. Una década en la que hizo grandes amigos. Como Xavier Sardá o Màxim Huerta. La entrevista tuvo lugar horas antes de salir a la luz las informaciones de que el exministro de Cultura habría defraudado a Hacienda 218.322 euros empleando una sociedad para cobrar lo que recibía por participar en ‘El programa de Ana Rosa’, por lo que no se le pudo preguntar a Boris su opinión. Pero el escritor sí nos confesó que se quedó "muy sorprendido", al saber que Huerta ocuparía la cartera de Cultura en el Gobierno de Sánchez.

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