El talismán de Eugenia

La duquesa de Montoro eligió Zaragoza para presentar esta semana su nueva colección de joyas.

Eugenia Martínez de Irujo, en su presentación en Zaragoza.
Eugenia Martínez de Irujo, en su presentación en Zaragoza.
Pilar Gómez Salvador

La tienda de Tous de Madre Vedruna, en Zaragoza, se quedó más que pequeña para la fiesta de celebración de los 20 años de la llegada de esta marca a la capital aragonesa. No solo porque sus clientes querían celebrar con Victoria Español, Lourdes Melguizo, Javier Loriente y Jorge Loriente, socios de la tienda zaragozana, una fecha tan señalada. También, porque Eugenia Martínez de Irujo, diseñadora de la marca de joyería, y Rosa Tous, una de las responsables, no quisieron faltar a la cita. Y al público habitual se sumaron decenas de curiosos que querían ver de cerca tanto a la marquesa de Montoro y como a la hija del matrimonio Tous. El resultado fue una concurrida velada repleta de fotos, autógrafos, cava, jamón y bocaditos de tarta.

Eugenia Martínez de Irujo quería celebrar con su amiga Lourdes Melguizo el aniversario, "porque es una buena amiga. Para mí, Zaragoza significa ver a Lourdes. En realidad estoy muy vinculada a la ciudad, ya que una de mis amigas más íntimas, Pilar, es de esta ciudad, aunque ahora viva en San Lúcar de Barrameda", comentó en un reservado, donde se acomodó junto a Rosa Tous para responder a las preguntas. Y, por ello, Zaragoza ha sido la ciudad española elegida para presentar su nueva colección de joyas para Tous.

No fue fácil llevarlas hasta el pequeño despacho, muchos de los asistentes quisieron hacerse una foto con las invitadas y costó convencer a Eugenia de la necesidad de comenzar la entrevista. Para ella, poder estar con la gente es "una oportunidad para conversar, hablar sobre joyas, comentar cuál les ha gustado más y por qué...".

Eugenia estaba relajada, con vestido turquesa que resaltaba sus collares, colgantes y pulseras. Su "talismán", como denomina a su nueva creación para Tous, un elefante que "simboliza la unión, el amor, la suerte y la protección". "Se ha considerado desde siempre un símbolo de buena suerte, con la trompa hacia arriba, pero para mí es algo más. Siempre he estado fascinada por el comportamiento de los elefantes con sus crías, tan pronto como nacen quedan protegidas por el grupo, se crea una unión que resiste. Eso es la familia para mí, esa unión para proteger, donde podemos refugiarnos. La familia es clave para mí y quería con mis diseños de elefantes poder llevar esa protección y amor".

Son joyas en oro y plata, plata vermeil y gemas como la calcedonia o la espinela. La calcedonia es la piedra del amor maternal, la serenidad y la creatividad. La espinela, del ánimo, confianza y optimismo. No es algo casual, Rosa Tous destaca la importancia que es el significado de las gemas en las creaciones de la firma "son muy protagonistas y sabemos que la gente las busca por su significado". Y Eugenia confiesa que la calcedonia le gusta mucho, por su color y su significado "y por ello fue también parte fundamental de mi anterior colección, basada en los diseños de lunas".

Este año, la colección es un talismán,  "y por eso he querido que fuera toda una familia de siete elefantes, para que cada persona tenga su favorito. ¿El mío? Madera fosilizada. Mi hija prefiere el de calcedonia". ¿Podemos esperar una futura colección con Tana, la hija de Eugenia Martínez de Irujo, fruto de su relación con el torero Fran Rivera? La duquesa de Montoro se cierra en banda. Su ambiente relajado cambia cuando se nombra a Cayetana, quizá porque está demasiado acostumbrada a las preguntas indiscretas de la prensa. "Mi hija está con lo suyo, quiere estudiar y no tiene intención de diseñar joyas. No está en estos proyectos". Y la cuestión queda zanjada.

Marquesa enamorada

Porque Eugenia ha tenido que lidiar con la prensa del corazón desde que comenzara en 1993 su relación sentimental con el torero Fran Rivera, con quien se casaría en 1998. Se divorciaron en 2002, otro proceso muy mediático, y por la vida de Eugenia pasaron Nicolás Vallejo-Nágera y Gonzalo Miró. El pasado noviembre volvió a ser portada de las revistas, esta vez por su boda sorpresa en Las Vegas con el empresario musical Narcís Rebollo, un hombre que, confiesa, le hace "muy feliz", a quien admira porque "he comprobado cómo lo da todo por cumplir el deseo de un niño. Nos conocimos hace muchos años, por un amigo en común –el cantante Antonio Carmona–, pero fue gracias a mi vinculación con la Fundación Pequeño Deseo, que trata de cumplir los sueños de los niños con alguna dolencia, cuando coincidimos más veces. Muchos niños han querido conocer a un cantante o artista. Por eso, nos poníamos en contacto con Narcís, que siempre movía cielo y tierra para conseguirlo. Es cierto que tiene un aspecto muy reservado y quizá muchos no conozcan su aspecto más íntimo, pero se volcaba y movía lo que hiciera falta por cumplir todos los deseos".

Así, comenzó una relación hace ya tres años, hasta que un viaje a Las Vegas el pasado noviembre la pareja tuvo un momento romántico y decidió contraer matrimonio. "¡Vestidos de Marilyn y de Elvis! –se ríe Eugenia–. Ya habíamos estado en Las Vegas tres veces, por el trabajo de Narcís, y a la tercera fue la vencida". Aunque confiesa que "las otras veces ni pensaba que llegaría a casarme allí, fue un impulso y ni siquiera los amigos se lo creían cuando vieron la foto".

Pero Eugenia confiesa que conoció a Narcís años antes, "como todos los españoles, cuando era jurado de ‘Operación Triunfo’. Recuerdo esa primera edición, con Bisbal, Bustamante..., no me perdía ni un programa". Precisamente, ese invierno de 2001 fue el que los rumores de la ruptura entre Eugenia y Fran Rivera eran la comidilla del mundo del corazón, porque vivían separados: ella, en el palacio de Dueñas y él en La Pizana.

¿Han visto juntos este año el programa? La duquesa de Montoro confiesa que sí, "aunque más hacia la final. Pero nos enganchamos los dos. Mi favorita, confieso, era Aitana". Incluso viajaron a Lisboa para vivir la final del festival de Eurovisión, "y lo pasamos en grande, fue una de las mejores noches que recuerdo".

Eugenia Martínez de Irujo se mostró en Zaragoza muy "agradecida" por la respuesta tan cálida en la presentación de su colección en la tienda de Madre Vedruna y tras la entrevista continuó haciéndose fotos con los asistentes. Un acto en el que, además, estuvieron presentes Pedro Abuelo, el empresario Javier Loriente, la joyera Virginia Baena, o  Jorge Esteban, de Empresa Familiar. Y de broche, las felicitaciones a Victoria Español, Lourdes Melguizo, Javier Loriente y Jorge Loriente, por el aniversario.

"Familia es apoyo y unión a lo largo de los años"

Eugenia Martínez de Irujo ha confesado en alguna ocasión que Rosa Oriol, matriarca de los Tous, es su "segunda madre". Sus ojos brillan cuando habla de ella, "son muchos años juntos y Rosa Oriol tiene una sabiduría que es muy importante, han sido muchos los consejos que me ha dado. Muchas veces en las que me ha arropado. Para ella la familia es lo principal y en eso coincidimos. Está por encima de todo. Estos veinte años para mí la familia ha pasado a formar parte de mi vida, y han sido muchas veces en las que he recibido su apoyo".

Tous es una empresa que está a punto de cumplir 100 años y que sin embargo mantiene un espíritu muy familiar. Para Rosa, "esa esencia forma parte de las raíces de la compañía. El volumen de negocio es de una multinacional, pero estamos mis hermanas y yo llevándola. Al ser mujeres, quizá tenemos un vínculo emocional diferente, muy potente. Existe una fidelidad entre nosotras y una complicidad que quizá se base en eso, en que somos cuatro mujeres. Mis padres siguen estando, claro, observando y guiando". Define a su padre, Salvador Tous, como "el cerebro, pero mi madre es el corazón. Y las cuatro hijas somos mitad y mitad: si Alba y Laura son el cerebro, Marta y yo seremos el corazón".

Eugenia destaca cómo "el mensaje de Rosa Oriol ha calado en sus cuatro hijas. Si ves otras empresas que llevan tanto tiempo, no existe una conexión tan potente. Se nota que han mamado desde pequeñas la noción de familia, de lealtad. Y esa misma lealtad es la que yo he sentido todo este tiempo, porque no es habitual que una firma apueste más de 20 años por un mismo rostro. Por mí, lo han hecho. Y estoy muy agradecida".

El secreto del medallón

En su relación con la firma Tous, Eugenia Martínez de Irujo ha reinventado también algunas joyas familiares. El año pasado, lo hizo con un medallón que había pertenecido a la reina Victoria de Inglaterra, la emperatriz Eugenia de Montijo y la reina Victoria Eugenia, que se lo regaló a Eugenia Martínez de Irujo. Cuando lo vio Rosa Oriol, en Tous, supo que escondía un compartimento y al abrirlo se descubrió un mechón de pelo. Además, una fecha: 10 de agosto de 1857. Y el lugar, la casa de verano de la reina Victoria.

"Se trata de un colgante que me regaló la reina Victoria Eugenia cuando nací –explicaba entonces la duquesa de Montoro–. En realidad, yo me llamo Eugenia por ella. Es un colgante que me fue entregado, pero que se quedó mi madre durante años". Según cuentan en círculos cercanos, tras abrir la joyera el medallón y descubrir ese mechón de pelo, Eugenia se quedó muy impresionada "porque su madre, Cayetana de Alba, había muerto sin saber el secreto que escondía esa joya. La había llevado durante años, aunque pertenecía a su hija Eugenia. De hecho, se dice que la hija intentó varias veces que su madre se la devolviera, pero nunca lo consiguió". Contaba la duquesa de Montoro: "Me quedé en ‘shock’ varias semanas, tan impresionada y sintiendo tanto el querer trasladarme en el tiempo y poder vivir esa época del siglo XlX.  Aunque hubiera sido segundos, estuve soñando y soñando sin límites".

Fue el año en que nació Eugenia, 1968, cuando la duquesa de Alba la llevó a Lausanne para que la reina Victoria Eugenia la conociera. Victoria Eugenia fue la madrina de doña Cayetana y mantuvieron una relación muy cercana.

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