‘Goya fisnomista’ es “la deconstrucción del retrato goyesco. Francisco de Goya y Lucientes (Fuendetodos, 30 de marzo de 1746-Burdeos, 16 de abril de 1828) quería comunicarse con el pueblo, hablarle sin tapujos a quien era el principal destinatario del mensaje de sus estampas. Es la ‘brutalidad’, característica esencial de los retratos pintados por el genial artista, pues en ellos las emociones se muestran en estado puro, sin la máscara inexpresiva, ficticia, del semblante de los retratos de cortesanos”. Juan Bordes, responsable de la Calcografía Nacional y académico de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, presenta así la exposición que desde el 1 de junio hasta el 9 de septiembre se puede contemplar en la sede de la institución, a pocos metros de la madrileña Puerta del Sol.

La exposición se encuentra en la antesala del ‘Gabinete Goya’ una muestra antológica permanente del que está considerado, junto a Rembrandt y Durero, como ‘la santísima trinidad’ del grabado. Y es que la Calcografía Nacional conserva 228 planchas de cobre grabadas al aguafuerte por el aragonés, uno de los grandes genios del grabado universal. Una selección de las planchas se expone al público en el Gabinete Francisco de Goya, diseñado por los arquitectos Federico Correa y Alfonso Milá. Abierto en 1990, ha sido sometido a una profunda renovación en sus criterios museográficos gracias al patrocinio de M&G Investments. Se ha modernizado la luz de la sala incorporando las nuevas tecnologías, además de implementar sistemas más idóneos de conservación preventiva de las láminas. Para facilitar la comprensión del proceso creativo, las planchas se acompañan de reproducciones digitales en gran calidad de sus correspondientes estampas. Un vídeo explicativo del proceso de grabado completa ahora la dimensión didáctica del Gabinete. Un objetivo prioritario de esta renovación ha sido otorgar el mayor carácter didáctico posible a la sala, acercando las planchas expuestas al público no especializado para que el proceso creativo resulte cercano a todos.

Volviendo a la exposición sobre el Goya fisonomista, en ella se analizan las relaciones de los rostros goyescos con los tratados de fisiognomía de la época. El de Fuendetodos, en su obra gráfica, pero también en su pintura de invención, construye unos “rostros muy alejados del inexpresivo semblante de los cortesanos, cuya máscara es el disimulo. El rostro goyesco habla sin tapujos y directamente con el pueblo, que es el principal destinatario del mensaje de sus estampas”.

En sus retratos, “las emociones se muestran en estado puro” y a partir de tres tipos de fisonomías: “la animal, la patológica y la degradada”. Por eso es revelador contrastar las estampas de Goya con los tratados contemporáneos sobre fisonomía (de los que una estricta selección está presente en la exposición), pues en el período de su formación y actividad las obras sobre fisonomía alcanzan una extraordinaria difusión social. Entre todas las publicaciones de este tipo contemporáneas a Goya destaca la monumental enciclopedia de Moreau de la Sarthe, editada en 1806-1809 en diez volúmenes y varias reediciones.

La Calcografía Nacional ha “reinventado” pues su espacio dedicado al genio aragonés y lo celebra con esta exposición sobre los retratos del pintor que complementan una “muestra permanente que es única”, debido al alto significado en la historia del arte de las obras expuestas de manera permanente en el Gabinete Goya. Sala que es conocida internacionalmente como un centro de referencia para el estudio y contemplación de la obra gráfica del aragonés. "Celebramos este Goya permanente y la exposición de la antesala. Las obras de Goya seguirán aumentando sus significados, porque no tienen fondo. Este tesoro estaba muy escondido y estamos hasta pensando en conectar el gabinete con el museo", ha declarado.

Una joya escondida porque “muy poca gente conoce el tesoro que guarda esta calcografía, con la que solo hay tres más en el mundo comparables. Contiene todo Goya gráfico, excepto cuatro planchas que el Louvre nos arrebató con bastante falta de sensibilidad", ha explicado un Juan Bordes para el que solo con los grabados, Goya habría sido reconocido como uno de los grandes artistas de la historia", porque para él este Goya y no el de las pinturas es el "Goya más íntimo" que pinta "sin condiciones ni condicionantes y volcando todas sus críticas". En el gabinete ser pueden contemplar las 80 planchas de 'Los caprichos', 80 planchas más de 'Los Desastres de la guerra', 18 de 'Los disparates' y las 33 de la célebre 'Tauromaquia', un "tesoro inédito a nivel mundial que tienen que descubrir Madrid y España.

Para él, los grabados muestran al Goya que "quiere comunicar al pueblo español" y que tenía "un interés didáctico fascinante" puesto que consideraba que el dibujo "debía ser para todos" y, sobre todo "para la educación", puesto que, a su juicio, esa era la única manera de "transformar una sociedad" y aquí “se ve el Goya que trabajaba para sí mismo y para el pueblo”. Los grabados, ha finalizado Bordes, componen “la obra más importante de Goya. Como son estampas pequeñas parece que no tienen importancia, pero en realidad son auténticas bombas de relojería”.