El trap triunfa en Aragón y busca romper con sus propios tópicos

¿Qué es y de dónde viene este nuevo sonido que se extiende como la pólvora a través de las redes sociales?

Bubba J., en Sádada
Bubba J., en Sádada

El trap se ha convertido en el género de moda entre los jóvenes. Caracterizado por marcar un antes y un después en la ya denominada ‘Generación Youtube’ e importado de ciudades estadounidenses como Atlanta o Houston, donde comenzó a escucharse ya a principios de los 90, su salto a Europa y, en concreto, a España, se produjo hace relativamente poco. No fue hasta 2010 cuando comenzó su verdadero auge.

Las características principales de este subgénero del rap, con influencia de ritmos extraídos de la música electrónica, son los ritmos más agresivos y bailables y su facilidad a la hora de viralizarse a través de las redes sociales, que se han transformado en su verdadero escaparate. Algunos de los traperos más conocidos del país son Pxxr Gang, Bad Gyal o Cecilio G, que se cuelan entre otros nombres más comerciales como el madrileño C. Tangana o Dellafuente, un joven andaluz que ha revolucionado el panorama del trap nacional de la mano de su mestizaje de flamenco, reguetón y rap.

Sin embargo, algunos de estos artistas aseguran que no hacen trap puro, y prefieren denominarlo música urbana. ¿Cuál es la diferencia? “Sus temas hablan de algunas de las cuestiones más estereotipadas del rap como son drogas, mujeres, violencia, crimen… En España no se sigue tanto esta vertiente”, asegura Enrique Sánchez, vecino del barrio de la Almozara de 27 años más conocido como Rico Snchez.

Rico Snchez

En su opinión, se trata de un problema de etiquetas: “Mucha gente dice que mi música suena a trap, porque las instrumentales son iguales y es lo que se ha popularizado ahora. Lo que cambia es el mensaje. Creo que las etiquetas limitan y nos olvidamos de lo verdaderamente importante, al final es música y el objetivo es que se escuche”.

El músico, que comenzó en el mundo de la música a través de rap, alterna su actividad musical con su trabajo como informático. “Hace un par de años empezamos a centrarnos en los videoclips que es lo que más está funcionando ahora. La gente joven busca un estilo musical diferente y eso nos da visibilidad”, explica.

Sin duda, otra de las peculiaridades de este género musical guarda relación con la democratización de la producción musical que ha provocado que casi cualquier persona pueda hacer música. “Hoy, con un ordenador y un micro, cualquier chaval puede sacar un sonido medianamente decente”, afirma. En la actualidad acaba de presentar su último EP, ‘Terror City’.

Desde Alagón, el joven Lucas Bernal, más conocido como Lionware, confiesa haber llegado al mundo del trap buscando sonidos diferentes. En su caso, empezó a estudiar música a los 4 años y hasta los 16 aprendió solfeo, y tocó instrumentos como la guitarra o la flauta travesera. “Tenía ganas de hacer mi propia música, probé con el rock y el pop, hasta que al final di con la música electrónica, toda una sorpresa para mí”, reconoce el aragonés de 23 años.

Lionware.

“De repente, comenzamos a dar con ritmos que no habíamos escuchado antes, pronto descubrimos que al otro lado del charco tenían un nombre, trap. Era música electrónica pero con ritmos diferentes, marcada por los medios tiempos”, explica. Pronto continuaría experimentando con este género y comenzaría a cantar sobre estas instrumentales: “Hace dos años publiqué los primeros vídeos como Lionware y empezó a funcionar con la gente, descubrí que era el primer estilo que me llenaba de verdad a nivel artístico”.

Sin embargo, asegura que existe cierta corriente crítica hacia este género de moda, que hace que muchos músicos no quieran asumir esta etiqueta. “En España es muy complicado decir que haces trap. Si lo dices en según que círculos parece que haces el ridículo porque se ha encasillado como algo vinculado a las drogas o la violencia”, explica. Por eso, en su opinión esta es una de las mayores diferencias con el trap aragonés: “Yo trato de utilizar bases electrónicas muy elaboradas y cuido mucho mis letras, sobre todo, sin faltar el respeto a nadie”.

La era del trap

El músico, que acaba de publicar su último tema, ‘Bilbao’, asegura que, igual que ha habido una época del rock, de la música electrónica o del punk, estamos atravesando la era del trap. “Cada década tiene su género, y, sin duda, el trap es el género del momento gracias a sus sonidos nuevos y diferentes y a que está en constante cambio”.

Desde Madrid, aunque sin desprenderse nunca de la tierra que lo vio nacer -como demuestra en su último videoclip-, el aragonés Jaime Navarro (23), más conocido como Bubba-J, produce trap en el estudio musical en el que trabaja. Sin ir más lejos, ahora mismo trabaja en lo último de C. Tangana, que, en su opinión, junto a Dellafuente, “han marcado un antes y un después en el panorama musical nacional”.

Bubba-J.

“Una de sus peculiaridades tiene que ver con el desarrollo que sufre, ya que cuenta con diferentes subdivisiones rítmicas en sus instrumentales que generan todo tipo de variantes y lo hace muy atractivo para gente muy diferente”, añade. Y aunque reconoce que en Aragón todavía queda un largo camino por recorrer, asegura que cada vez aparecen más grupos prometedores. “Lo importante es que la gente haga su música y que sienta lo que hace. Esa es la clave de cualquier género por el que te decantes”, concluye.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión