Un nuevo proyecto para reivindicar y revitalizar el mundo de la jota ha iniciado su andadura en  Aragón. La Academia de las Artes del Folclore y la Jota de Aragón, una asociación nacida en septiembre y que cuenta de momento con 140 socios, se presentó ayer en la Comisión de Comparecencias Ciudadanas y Derechos Humanos del Parlamento aragonés. En el acto tomó la palabra su presidente, el coreógrafo Carmelo Artiaga, que estuvo acompañado por Juan Labrador, Natividad Brivián (ambos del grupo Aires de Albada) y Conchita Mormeneo (bailadora ganadora de tres premios Extraordinarios).

Dos son los objetivos fundamentales de la entidad, según reconocía Artiaga tras la comparecencia: la regulación de la enseñanza de la jota y el reconocimiento profesional de los expertos que imparten clases desde hace muchos años; y lograr para la jota la declaración de Patrimonio de la Humanidad por parte de la Unesco. "Tenemos que dignificar y poner en valor este patrimonio ­–resumía ayer el presidente de la Academia­–. No hemos ido a las Cortes para pedir dinero, sino para solicitar a nuestros diputados que nos echen una mano legislando y regularizando el sector".

Las cifras y su estudio

La asociación se ha gestado a lo largo de los últimos meses, y durante el proceso de constitución ya ha desarrollado alguna tarea previa, como el estudio del sector en cifras. Según sus datos, el mundo del folclore aragonés está integrado por 320 grupos, con 150 escuelas, y cada año ofrecen más de 4.000 actuaciones, que son seguidas por unos dos millones de espectadores.

La academia se articula en torno a cuatro vicepresidencias: Huesca (representada por los cantadores Mercedes Budios y Roberto Ciria), Teruel (Covadonga Galeote y Juan Villalba), Zaragoza (Conchita Mormeneo y Alberto Turón) y Aragoneses en el Exterior (el bailador Víctor Bajo, de Madrid, y Mariela Botelli, directora de la rondalla del Círculo de Aragón en Buenos Aires).

No es el primer intento que se hace de articular el sector de la jota, tradicionalmente muy dividido. Artiaga cree que este impulso vertebrador será diferente porque "a la academia entramos cada uno como personas, no como miembros de un grupo o directores de él. Aquí hay una premisa clara: una vez dentro se quedan fuera las filias y las fobias personales y se trabaja en equipo".

Entre los fines de la academia está también "promover la investigación, el estudio y el intercambio de información" sobre el folclore, y conceder una serie de premios como reconocimiento a las grandes figuras de la jota. "Hemos hecho nuestros deberes y tenemos ya preparadas distintas acciones para los próximos meses", subraya Artiaga.

La iniciativa fue bien acogida ayer por todos los grupos políticos. Desde el PP, Fernando Galve aseguraba que "era necesario que se creara la academia. Ustedes han visto que había un hueco por potenciar y han venido a llenarlo". El diputado popular destacó también que su grupo "suscribe todos los fines de la academia, que se podrían resumir en dignificar y poner en valor todo este patrimonio".

El socialista Herminio Sancho, por su parte, declaraba que no creía que "tengan dudas de la importancia que este grupo parlamentario le da a la cultura. La jota es la reina del folclore aragonés y nos tiene que enorgullecer a todos". "La Consejería y el Gobierno trabajan para poner en valor las actividades de formación y otras iniciativas", añadió.

El parlamentario de Podemos, Alfonso Clavería, valoró positivamente algunos de los objetivos apuntados, "como la declaración de la jota como patrimonio de la Humanidad por parte de la Unesco. Es una iniciativa que no podemos hacer otra cosa que aplaudir".

Por parte del PAR, Lucía Guillén recordó su condición de jotera e integrante de un grupo folclórico. "La jota es mucho más que un bien cultural. Es un sentimiento, una pasión –subrayó–. Desde el PAR siempre hemos tratado de fomentarla y protegerla".

Desde Ciudadanos, Jesús Sansó se felicitó por la puesta en marcha de la iniciativa: "Todo esto es lo que nos hace diferentes a los aragoneses. Son señas identitarias compartidas". Y Carmen Martínez (CHA), aseguraba que "todo el folclore necesita un respaldo y una protección".