Nuevos inquilinos en el Acuario de Zaragoza

Desde hace unos días, en las instalaciones zaragozanas viven largos milpiés, tarántulas venenosas o cucarachas gigantes de Madagascar.

Nuevos inquilinos en el Acuario de Zaragoza
Nuevos inquilinos en el Acuario de Zaragoza

El Acuario de Zaragoza era hasta la pasada semana un territorio de animales vertebrados. En sus distintos espacios vivían reptiles, anfibios, mamíferos o peces, sin embargo, a partir de ahora también es el hogar de especies sin esqueleto, es decir, de invertebrados. El motivo es que se ha inaugurado una sección dedicada a los artrópodos.

En este nuevo mueble, dividido en distintas vitrinas, se pueden encontrar hasta quince especies distintas, como bichos palo, mantis religiosas tropicales de llamativos colores, un escorpión azul gigante u otro arraclán. Los arácnidos están representados por venenosas tarántulas y a la larga lista de insectos se les suman los milpiés de más de 30 centímetros o cucarachas gigantes de Madagascar. “Dicha innovación está dentro del objetivo del Acuario, que es mantener la sorpresa en los visitantes, además de ser un reto educativo”, apuntó Javier González, director técnico de las instalaciones.

A través de esta nueva sección y de sus paneles didácticos se pretende que los grupos escolares y las familias den respuesta a qué es un artrópodo y también la función de este grupo de animales dentro del ecosistema. “Se trata de uno de los grupos más numerosos, con más de un millón de especies”, manifestó González. Este tipo de animales son clave en la polinización de las flores, también forman parte del proceso de reciclaje de la materia orgánica y de la cadena alimentaria. Asimismo, son formadores de suelo y tienen un papel importante en el mantenimiento de las plantas.

“Los ejemplares que mostramos son criados en cautividad y se encuentran en uno de los muebles más importantes de arácnidos, miriápodos, insectos y crustáceos que hay en España”, añadió el director. A pesar del pequeño tamaño de alguno de estos nuevos habitantes y de su capacidad de camuflaje, es uno de los mayores atractivos de los últimos días.

Según fuentes de la entidad, en 2017 recibieron a 100.000 visitantes, de los cuales 15.000 eran niños. El 50% fueron vecinos de la capital aragonesa, mientras que el otro tanto procedió de otras localidades. De ellos, un 15% llegaron de la comunidad madrileña, el mismo número de Barcelona y el 20% restante de otras comunidades autónomas más próximas, como Navarra o La Rioja. “Esperamos superar el récord de visitas del año pasado y con novedades como esta, pretendemos mantenernos como un referente de Zaragoza y de todo Aragón”, indicó Javier González.

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