La Institución Fernando el Católico cumple 75 años

"La cultura zaragozana no puede entenderse sin la IFC", asegura su director, el historiador Carlos Forcadell

Carlos Forcadell, director de la Institución Fernando el Católico
Carlos Forcadell, director de la Institución Fernando el Católico
Oliver Duch

Tal día como un 14 de febrero, de hace 75 años, nacía la Institución Fernando el Católico (IFC) como un “servicio de alta cultura aragonesa”, promovida por la Diputación Provincial de Zaragoza y adscrita al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Entre sus fines destacan "el estudio y promoción de la cultura y ciencia aragonesas, y la difusión en Aragón de las expresiones de la cultura y ciencia universales".

"Ahora que estamos de cumpleaños, quizá lo más destacado que se puede comentar de la institución es precisamente su continuidad, su permanencia -señala su actual director, el historiador Carlos Forcadell-. Nació en 1943 con la vocación de proporcionar soporte académico a la Universidad de Zaragoza, que no tenía medios suficientes, y para complementar las labores de investigación y divulgación de temas zaragozanos y aragoneses. Y con esa vocación seguimos".

Para Forcadell, "dirigir la IFC es todo un honor" (el cargo no está remunerado) y destaca que la institución, en su segunda etapa, ha sabido estar al margen de los vaivenes políticos.

"Cuando nació, la IFC era parte del entramado cultural franquista -señala-. El régimen, que era una dictadura centralizada y buscaba legitimarse desde abajo, creó la IFC y otras instituciones parecidas en otros puntos de España. Pero en 1983 hubo un cambio sustancial. Se nombró director a Ildefonso Manuel Gil, un profesor aragonés que no había podido hacer carrera en España y que había estado exiliado en Estados Unidos. Su nombramiento fue una metáfora, porque era un hombre que en los años 40 había estado encarcelado por sus ideas. En ese momento la institución cambió de contenidos y se adaptó a la España democrática. Entraron en ella profesores como Aurora Egido, José-Carlos Mainer o Guillermo Fatás, entre otros, y se empezó a atender de otra manera la demanda de conocimientos de la sociedad".

Ese proceso de renovación culminó el 7 de abril de 2006, cuando se aprobaron los nuevos estatutos de la IFC. Para Forcadell, el balance de esta segunda etapa es positivo, aunque pueda haber alguna pequeña sombra. La principal, "que no logramos acertar en dar a conocer a la sociedad aragonesa la importancia del papel que desempeña la institución. Somos la principal editorial de Aragón, con 3.567 títulos publicados, lo que hace un ritmo de casi uno semanal. Y, además, publicamos libros que, si no fuera por nosotros, no verían nunca la luz. Cito, por ejemplo, los 'Anales' de Zurita, una obra emblemática en ocho volúmenes que ninguna editorial privada podría publicar y que nosotros lo hicimos entre 1967 y 1977. Otro ejemplo, mucho más reciente, es nuestra edición de 'El criticón' de Gracián, en dos volúmenes y con 10.000 notas a pie de página. Ninguna editorial privada publicaría una obra de esas características, pero la prueba de que es trabajo bien hecho está en que la Real Academia Española nos acaba de solicitar ahora hacer una coedición de esa obra. En la Institución Fernando el Católico los recursos económicos están muy bien utilizados".

Las publicaciones se encuadran en colecciones como 'Actas', 'De Libros', 'Estudios', 'Fuentes Históricas Aragonesas', 'Historiadores de Aragón' o 'Historias Municipales'. Y también en revistas como el 'Archivo de Filología Aragonesa', 'Caesaraugusta' o 'Revista de Derecho Civil Aragonés'. "Cuando pasa el tiempo adecuado, la inmensa mayoría de nuestras publicaciones en papel -subraya Forcadell- se convierten en edición digital y se ponen a disposición de todo el mundo". Se trata de una línea editorial novedosa, los 'Libros y revistas en red', que está dando sus frutos..

"Nuestra página web ha tenido en enero de 2018 más de 50.000 visitantes únicos, y hemos registrado más de 200.000 páginas visitadas. Las cifras, para 2017, son de 500.000 visitantes y millones de publicaciones descargadas. Otra faceta cultural de la IFC es la organización de cursos y seminarios (más de 30 cada año).

Mirando al futuro, Forcadell señala que "me gustaría adaptarnos a las nuevas demandas de la sociedad y seguir profundizando en nuestras líneas de trabajo, especialmente en nuestra aportación a articular el territorio. No hay que olvidar que la institución tiene una serie de centros comarcales que desarrollan una importantísima labor cultural, con publicaciones específicas, actividades culturales, biblioteca... y a veces hasta patrimonio histórico, con fondos museísticos. Cuando la institución promueve el estudio del retablo de Anento, un estudio científico y no el clásico texto de fines turísticos, también está contribuyendo a vertebrar el territorio".

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