El zaragozano que diseñó El Millón, un pionero del pinball

Hace ahora 65 años que Cipriano Martínez, propietario de la empresa CMC, fabricó las primeras máquinas recreativas de este tipo en España, en 1953

Cipriano Martínez Cembrano, a la derecha, junto con su jefe nacional de ventas, Antonio Latorre.
Cipriano Martínez Cembrano, a la derecha, junto con su jefe nacional de ventas, Antonio Latorre.

CMC, empresa fundada en Zaragoza en 1952, fue la primera en fabricar en España un pinball, hacia 1953 o 1954. Las siglas CMC corresponden a las iniciales de Cipriano Martínez Cembrano, que fue su fundador.

El primer pinball que fabricó, hace ahora 65 años, se llamaba El Millón, denominación que se generalizó para nombrar las máquinas de pinball en España. Ello fue así por la popularidad que consiguió este pinball electromecánico y no, como mucha gente cree, porque hubiese que conseguir un millón de puntos para lograr partida gratis, pues los marcadores de puntos de las primeras máquinas recreativas de este tipo solo tenían tres o cuatro dígitos.

La figura de Cipriano Martínez está siendo objeto de un detallado estudio por parte de dos grandes aficionados a este tipo de recreativos, Txus Algora y Óscar Nájera, empeñados en documentar la historia de las máquinas recreativas españolas.

"CMC empezó fabricando futbolines y billares, pero enseguida se puso a fabricar pinballs. Cabe la posibilidad de que fabricara otros aparatos electromecánicos como gramolas, magnetófonos, galerías de tiro, etcétera, pero salvo patentes y folletos publicitarios, no queda constancia", señala Óscar Nájera, de recreativas.org, quien apunta lo interesante que sería acceder a documentos, fotos o publicidad sobre este tipo de máquinas recreativas en Aragón o en otras partes de España.

"Muchos de los grandes del recreativo reconocían a Cipriano Martínez como el primero de todos. Contaba Arturo Justo Gamundi, que fue uno de los primeros en fabricar futbolines a principios de los años 50 en Barcelona, que fue a trabajar a Zaragoza, en 1954, con Cipriano Martínez fabricando pinballs, aunque, debido a desavenencias, decidió volver a Barcelona y se puso a fabricar sus propias máquinas. También Juan Paredes (de Petaco, Juegos Populares) le daba todo el mérito a CMC como el primero que fabricó pinballs en serie", escribe Txus Algora en un artículo publicado en su blog, blogpinball.blogspot.com.es.

Un artículo sobre la historia del pinball en España escrito en el diario 'ABC 'por el estudioso Juan Manuel Ortega en 1981, reconocía ese papel pionero de Cipriano Martínez. Ortega afirmaba que el futbolín arrasó en España en la década de los cincuenta, compitiendo incluso con las primeras pinballs americanas que llegaban ilegalmente a través de Marruecos. "El futbolín compitió también con las primeras máquinas españolas, conocidas como 'El Millón' por la denominación de la primera máquina fabricada en nuestro país por la firma zaragozana CMC, que, posteriormente, lanzaría 'Acuario' y 'El Torero'", señalaba 'ABC'.

"Cipriano Martínez era un inventor prolífico, hemos encontrado al menos 19 patentes relacionadas con CMC. En una primera época que va desde 1953 hasta 1960, las patentes son basadas en diseños del propio Cipriano Martínez (incluso algunos de los dibujos los realiza y firma él mismo) y nos encontramos tanto conceptos de máquinas (futbolín, galería de tiro, billar, gramolas), mecanismos específicos (contadores, soportes, etc.) y algún invento que no tenía nada que ver con la industria del ocio como una hélice para un exprimidor de zumo o un taladro", documenta Algora.

"Quizás el diseño más original de CMC nunca llegó a ver la luz, pues no hemos encontrado más imágenes que la propia patente. Se trataba de un dispositivo implementado en un mueble tipo pinball con temática futbolera y donde podían jugar dos jugadores simultáneamente en una especie de partido de futbol. Nunca se ha visto maquina semejante", dicen los citados investigadores. Tras El Millón, de CMC salieron otras máquinas como Excursión, Acuario, Trafalgar, Miami, El Circo, Torero y Tropicana.

Muerte prematura

Pero la gran proyección y el futuro prometedor de Cipriano Martínez al frente de su empresa se va al traste la mañana del domingo 9 de julio de 1961, día en que Martínez encuentra la muerte a los 41 años en un fatal accidente de tráfico en el que también perecen su jefe nacional de ventas, Antonio Latorre Moreno (33 años), y el amigo de ambos Manuel Gracia Carceller (29 años). En la noticia del siniestro, publicada en HERALDO DE ARAGÓN el martes 11 de julio y titulada 'Tres industriales zaragozanos, muertos en accidente cerca de Candasnos', se informa de que los tres viajaban para pasar la jornada dominical con sus respectivas familias, que se encontraban de vacaciones en Cambrils. A eso de las 9 de la mañana, a la salida de Candasnos, y en una recta con mucha visibilidad, un camión que viajaba en sentido contrario invadió su carril y se llevó el coche por delante, arrastrándolo unos 30 metros, provocando la muerte instantánea de los tres industriales.

"A su muerte, se hace cargo de la empresa CMC su esposa y madre de cinco hijos, Patrocinio Resano, con Ricardo Nolla como gerente. Se calcula que sobre 1966-1967 se liquida la empresa Automáticos CMC, aunque pensamos que a finales de 1965 dejan de producir máquinas", señala Txus Algora.

La fábrica estuvo situada en la calle de Delicias, 27-29 y las oficinas, a unos 10 minutos andando, en la avenida de Navarra, 18.

Algunos de los datos, fotos y documentos recogidos por estos aficionados se los han facilitado los propios hijos de Martínez, por lo que están muy agradecidos a la familia.

La documentación recogida por Algora y Nájera les permite afirmar que en Zaragoza siempre hubo buenos fabricantes de estos aparatos, aparte de CMC: "Recordamos a Antonio Martínez, de Recreativos Masay (que también empezó fabricando futbolines electrónicos y fabricó algún pinball como 'Asalto' -estilo Kromson- o 'Futbolín') o al impresionante inventor José Luis Alonso Berbegal, que logró llevar sus pinballs Kromson a otra dimensión superior de elegancia y fiabilidad. Pero, sin duda, son las máquinas de CMC las que pasaron a la historia como las primeras y, a pesar del tiempo, algunas han llegado hasta nuestros días, demostrando que era máquinas solidas a pesar de su sencillez".

En la capital aragonesa, el pinball sigue teniendo mucha presencia, hasta el punto de que hay una Asociación de Recreativas y Pinballs de Aragón, ARPA, uno de cuyos miembros, César Dubón, zaragozano de 49 años aficionado a los recreativos desde niño, se proclamó el pasado 22 de enero campeón de España de Pinball.

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