Luchar en tierras ajenas para ganar la propia libertad

La historiadora Cristina González Caizán publica un documentado estudio que recorre la participación en los sitios de Zaragoza de 1808 y 1809 de las tropas polacas.

Detalle del óleo 'Asalto a Zaragoza', de January Suchodolski, que se conserva en el museo Narodowe de Varsovia.
Luchar en tierras ajenas para ganar la propia libertad

Vinieron a luchar contra los españoles buscando conquistar su propia libertad. Para ellos era combatir el absolutismo que les oprimía. Pero cientos de polacos, enrolados en la Legión y los Lanceros del Vístula, perdieron su vida en España, durante nuestra Guerra de la Independencia. Con los años, un remordimiento espeso se extendió en el país centroeuropeo: amargaba pensar que se había intentado someter a todo un pueblo, el español.

La historiadora Cristina González Caizán lleva un buen número de años indagando en la participación polaca en la Guerra de la Independencia. Ahora acaba de reunir el fruto de sus investigaciones en ‘Por Napoleón en España. Los polacos en los Sitios de Zaragoza (1808-1809)’. A lo largo de sus 650 páginas desmenuza la pequeña y gran historia de la Legión del Vístula y de los Lanceros del Vístula en los asedios a la capital aragonesa. La obra se presenta el viernes en la Biblioteca de Aragón.

"El libro se ha ido fraguando muy lentamente –señala la historiadora–. Como los objetivos eran describir la participación en los Sitios de los polacos (legionarios y lanceros del Vístula) y mostrar cómo en la historiografía española ha ido evolucionando el conocimiento de la intervención polaca en el cerco a Zaragoza, comencé mi proyecto colocando como epicentro las fuentes escritas hispanas e incorporando a ellas todos los influjos foráneos en orden cronológico, pero siempre teniendo como punto de mira la participación de los polacos".

González Caizán ha manejado fuentes españolas, francesas, inglesas, portuguesas y polacas. Y son estas últimas, muy poco consultadas por investigadores españoles, las que han arrojado nueva luz sobre los hechos históricos. "En Polonia se conservan sobre todo memorias impresas publicadas durante el siglo XIX y principios del XX –relata–. El paso de las dos guerras mundiales, pero sobre todo de la Segunda Guerra Mundial, donde bibliotecas y archivos fueron literalmente reducidos a escombros por los alemanes, hace muy difícil encontrar materiales de primera mano. No obstante, en Cracovia existe el archivo del general Józef Ch?opicki, comandante de los legionarios del Vístula en los Sitios de Zaragoza, con papeles referentes al cerco de la capital del Ebro y en general de las luchas por todo Aragón. Cada vez descubro, también con mayor sorpresa, la existencia de pequeños archivos familiares con valiosa documentación".

Presentes en todas las batallas

¿Cuál fue la participación de las tropas polacas en el primer sitio? "En el asedio intervinieron los tres regimientos de infantería de la Legión del Vístula y el temible regimiento de lanceros del Vístula, conocido después por los españoles como los ‘picadores del infierno’. Aproximadamente, unos 4.500 hombres. Estaban encuadrados en el Cuerpo de Observación de los Pirineos Occidentales mandado por el mariscal Jean-Baptiste Bessières. Participaron en todos los importantes acontecimientos: la batalla de las Eras del Rey, la conquista del Monte de Torrero y la de los conventos de San José, o Santa Engracia, las luchas en la puerta del Carmen...".

La participación en el segundo fue menor. "Las tropas polacas se redujeron a los tres regimientos de infantería de la Legión del Vístula, algún lancero se quedó pero para realizar labores de escolta y reconocimiento. Los efectivos polacos esta vez se redujeron a cerca de 3.500 soldados. También combatieron en los principales asaltos a los edificios de Zaragoza: los conventos de San José, de San Agustín, de San Francisco o los monasterios de Santa Engracia y de Santa Mónica. Por poner algunos ejemplos, pero también podríamos mencionar la universidad de Zaragoza o el monte de Torrero".

La contribución de estos soldados a la guerra fue importante. "Su participación fue decisiva –concluye González Caizán–. Combatían como leones. Después del asalto al convento de San José, un granadero francés se acercó a un oficial polaco y le pidió que le explicara, después de haber visto cómo luchaban, cómo había sido posible la conquista del reino de Polonia".

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