Ana Alcolea reivindica la literatura infantil y juvenil y la animación a la lectura en Monzón

La Feria del Libro Aragonés se inauguró ayer con más de 150 autores y 33 puestos de editoriales. Las letras aragonesas viven una "edad de oro" con la publicación de un millar de títulos cada año.

Los primeros visitantes se acercaron ayer hasta la FLA para ver las últimas novedades editoriales.
Los primeros visitantes se acercaron ayer hasta la FLA para ver las últimas novedades editoriales.
J. L. Pano

La XXIII Feria del Libro Aragonés (FLA) de Monzón abrió ayer las puertas a miles de visitantes con el emotivo alegato de la escritora zaragozana Ana Alcolea a favor de las palabras "que nos hacen libres" y del trabajo "de las bibliotecas de pueblo y de los programas de animación a la lectura, como el desaparecido de Ramón Acín o los que realizan los ayuntamientos y diputaciones para llevar el deseo de saber a rincones rurales que siguen siendo considerados parientes pobres en otros ámbitos de la vida", afirmó.

Alcolea, autora de literatura juvenil, reivindicó precisamente este género y el infantil denominado menor  –"será porque se dirige a menores", ironizó–, y arrancó cerrados aplausos con un discurso que dio valor a esta cita. "Este llevar la cultura y la palabra a cada rincón es la mejor manera de seguir creando ciudadanos libres y tal vez felices. Las palabras y las lenguas han de servir para comunicar y unir, nunca para separar", señaló. Y culminó su intervención con el deseo de que "las palabras se cuelen por la cerradura del cartel de este año y lleguen a cada una de nuestras neuronas, las refresque y las haga cada vez más libres. Larga vida a la Feria del Libro de Monzón, a los libros y a las palabras".

La XXIII edición va camino de marcar un hito de esta cita crucial en el panorama literario de la Comunidad, a juzgar por unos datos de momento de récord: nunca antes se había llegado a contar con 150 autores, que son los que se podrán ver hasta este domingo en los 33 puestos de las editoriales presentes, una cifra también en aumento, y este año ha sido también el primero que el Tren de la cultura ha doblado su capacidad de viajeros provenientes de Zaragoza, Huesca y Lérida, con cerca de 500. Fue el caso de María Jesús Ripa, que se trajo a ocho amigos desde la capital aragonesa: "He venido ya varias veces en el Tren de la cultura y siempre lo he pasado muy bien en esta feria. Hemos visitado el castillo con recreación, ahora estamos comprando libros y luego veremos el belén".

La feria contó con la presencia del director general de Cultura del Gobierno de Aragón, Nacho Escuín, y el director de Política Lingüística, Ignacio López Susín, junto con el alcalde Álvaro Burrell y el concejal de la feria y director del certamen, Vicente Guerrero. Escuín definió a la FLA como "la fiesta de las letras en Aragón. Monzón se convierte en capital literaria como todos los años y en un perfecto lugar de encuentro antes de las Navidades ya que comprar libros es el regalo perfecto".

Susín remarcó una de las señas de identidad de la feria que reúne a escritores en las tres lenguas que se hablan en la Comunidad, castellano, aragonés y catalán: "Es muy importante resaltar que las tres nunca han dejado de estar presentes en la feria, sobre todo a través de editoriales y asociaciones, y este año en el ‘stand’ del Gobierno de Aragón que presenta sus premios".

Entrega de premios

Unos galardones que se entregaron a José Ramón Ayllón, premio Miguel Labordeta de Poesía por su obra ‘Climogramas de estación emocional’; el Guillem Nicolau de narrativa en catalán fue para Mario Sasot por su obra ‘Espills trencats’; el Arnal Cavero, en aragonés, para José Solana por ‘El siñor de San Chuan’; el libro mejor editado 2016 se lo llevó ‘La península de Cilemaga’ de Helena Santolaya y publicado por Pregunta Ediciones. El premio a la trayectoria profesional en el sector del libro fue para el actor y poeta de El Silbo Vulnerado Luis Felipe Alegre, que ofreció un recital como colofón a la jornada inaugural.

La Feria de Monzón es un buen termómetro para pulsar la situación del sector editorial aragonés, y que según editores y autores, goza de buena salud. Así lo constata también el director del Centro del Libro de Aragón, José Luis Acín: "Últimamente se está viviendo la edad de oro de las letras aragonesas. Una Comunidad como la nuestra, con poca población, tiene unas muchas editoriales y un gran elenco de escritores. Ello redunda en que haya más lectores y se vendan otra vez más libros. Estamos repuntando esos malos años y buena prueba es que muchos escritores aragonesas ya son solicitados fuera de Aragón y de España".

En Aragón se publican un millar de títulos al año y hay unas 50 editoriales, buena parte de ellas presentes el fin de semana en Monzón. A ello se une el fenómeno de la autoedición, que también tiene su espacio. Un ejemplo es Chorche Paniello,  fundador del certamen y único autor local que presenta libro, ‘La nueva cultura del agua. 40 años de luchas populares de los ríos y los espacios húmedos’.

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