'Dos por dos' explora el amor, la rutina y el cambio de pareja

La obra de teatro se representa desde este viernes en el Colegio del Salvador con Daniel Guzmán, María Castro, Miren Iberguren y Álex Barahona.

La pieza está interpretada por cuatro actores: Daniel Guzmán y María Castro, Álex Barahona y Miren Ibarguren.
'Dos por dos' explora el amor, la rutina y el cambio de pareja
Aránzazu Navarro

‘Dos más dos’ es una comedia que "persigue la carcajada del espectador y que aborda un tema que en los últimos años interesa mucho: el cambio de parejas”, ha explicado este mediodía en Zaragoza David Serrano, codirector de esta pieza de teatro con Maite Pérez Astorga, inspirada en una película argentina, que se representa desde este viernes hasta el 15 de octubre en el salón de actos del colegio Jesuitas el Salvador de Zaragoza.

‘Dos más dos’ se estrenó el pasado mes de junio en el Teatro de la Latina en Madrid y ha tenido un gran éxito, con llenos constantes y con muchas risas. Y algo más: el tema da para hablar y debatir durante varias cenas y revela que en el fondo “no estamos tan preparados para romper las relaciones tradicionales. Siempre quedan heridas y no se es tan valiente como parecía”.

La obra es una coproducción de Pentación, Milonga y Zoa, y llega a Zaragoza en colaboración con Sial Producciones. La pieza está interpretada por cuatro actores: Daniel Guzmán y María Castro, Álex Barahona y Miren Ibarguren, que constituyen dos parejas amigas bastante antagónicas: la primera es convencional, lleva varios años casada y tiene un hijo preadolescente; la segunda es más moderna, más apasionada y llevan la pasión y el sexo a la orden del día. Las dos amigas, Julieta y Silvia, hablan y esta le dice a su amiga que ella y su marido llevan a cabo esa aventura y que les gustaría compartir la experiencia con ellos.

El actor y director Daniel Guzmán le da vida al conservador Adrián y se lleva casi un susto: es reflexivo, no se atreve a dar el paso porque sospecha que la experiencia pueda romper “su pareja imperfecta, aunque en realidad casi todas lo son”. María Castro es Julieta, su mujer, y tampoco lo tiene claro. Miren Iberguren da vida Silvia y se define, en la ficción, como atrevida, pizpireta, le gustan muchos hombres y quizá, también, Adrián, que es el mejor amigo de Tomás, su marido. Es una mujer con fantasías. Y este, desenfadado, es el que anima a Adrián. El embrollo es divertido, tiene mucha miga y deja poso en un torbellino de risas. Según Daniel Guzmán, a su personaje le lleva a reflexionar entre los límites de la fidelidad y la lealtad.

La pieza, según Serrano, es directa, de transiciones rápidas y está resuelta con una escenografía funcional realista que permite que los personajes se muevan en varios ambientes, entre ellos algunos más onírico.

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