La Sala CAI Luzán echa el cierre definitivo tras cuatro décadas dedicada al arte

A partir de noviembre, parte de las actividades programadas se trasladarán al Centro Joaquín Roncal y a otras salas de la capital aragonesa todavía sin determinar.

La Fundación Caja Inmaculada celebraba el pasado mes de abril sus cuatro décadas dedicadas al arte en la sala CAI Luzán de la capital aragonesa con una retrospectiva titulada ‘40 años de Arte Contemporáneo en la Sala CAI Luzán’. La muestra estaba protagonizada por obras de todos los estilos, formatos y técnicas; realizadas por 38 autores con una historia en común: su paso por el emblemático espacio en algún momento entre 1977 y 2017.

Y es que durante más de 40 años el emblemático emplazamiento ha hecho las veces de sala de exposiciones, de cine, de escenario de conciertos y obras de teatro, de homenajes y lecturas de poesía… y así hasta un sinfín de actividades que han invadido el interior de las cuatro paredes del sótano del edificio que abrió sus puertas en 1977, en el número 11 del Paseo de Independencia, con motivo del traslado de su sede central, ubicada anteriormente y desde 1962 en la calle de Don Jaime I.

La sala Luzán cerrará a finales de noviembre

Desde la Fundación Caja Inmaculada aseguran que, en este periodo, por la sala han pasado cerca de 200.000 visitantes. “La línea de programación ha estado protagonizada siempre por las últimas tendencias artísticas nacionales e internacionales, sin olvidarse de los artistas de la región, llegando a convertirse en una de las salas de exposiciones más importantes de España sobre todo durante sus primeros años”, asegura Juan Castiella, responsable de Comunicación de Fundación CAI.

La primera exposición de la historia de la sala tuvo lugar en octubre de 1977 y estuvo protagonizada por seis artistas de la tierra: Aguayo, Orús, Saura, Serrano, Victoria y Viola. A esta gran exposición le siguieron otras como las del Equipo Crónica (1978), Juana Francés (1981), José Guerrero (1983), Manolo Millares (1984), Daniel Canogar (2004), Mitsuo Miura (2005), Eulàlia Valldosera (2006), Ruth Gómez (2006) o Natalio Bayo (2016), entre muchas otras.

Sin embargo, desde Fundación Caja Inmaculada aseguran que el cierre no es una noticia que les haya pillado por sorpresa. “Desde el primer momento, cuando se produjo la integración de Ibercaja con Caja3, nos trasladaron sus intenciones; y han actuado con total seriedad y una transparencia absoluta durante el proceso”, destaca Castiella, que tacha las relaciones de extraordinarias.

Francisco Egido fue la persona encargada de gestionar la sala zaragozana hasta el año 2002, momento en el que pasaría el testigo a Antonio Abad, quien dirigió el proyecto hasta su jubilación el año pasado. Actualmente es Olga Julián la responsable de la Obra Social de la Fundación de Caja de Ahorros de la Inmaculada de Aragón (CAI).

Tras constantes prórrogas desde diciembre de 2013, parece ser que ya hay fecha para este cierre definitivo, que tendrá lugar a finales del próximo mes de noviembre. “Esto implica que la estructura central se trasladará al edificio de Sainz de Varanda –en concreto seis personas-, y una parte de la programación se mudará al Centro CAI Roncal donde los empleados del Servicio Cultural llevan establecidos dos años”, explica Castiella.

El resto de actividades se llevarán a cabo en otros emplazamientos todavía sin determinar. “Queremos respetar la autonomía del centro Joaquín Roncal, y barajamos diferentes fórmulas como el alquiler puntual de otros espacios”, añade.

El futuro de la sala

Pero, ¿qué pasará después de diciembre? Como han explicado fuentes de la Fundación, durante los últimos años han estudiado la posibilidad de reubicar su actividad en otro emplazamiento que les permitiese ofrecer unas prestaciones similares a las actuales. “A la actividad expositiva se ha unido un tipo de programación benéfica con la que queremos continuar en la nueva etapa, a falta de tomar la decisión final en cuanto a la fórmula para llevarlo a cabo. Por el momento no descartamos nada”, explica el responsable de comunicación de la Fundación.

“La intención es buscar alternativas para continuar con una actividad similar, ya que se ha convertido en una de las patas fundamentales de nuestra Fundación”, añade Castiella. Durante el mes de noviembre, la sala continuará con una completa programación cultural, protagonizada por la última sesión de la muestra de cine ProyectAragón, el aniversario de la Escuela de cine ‘Un perro andaluz’, una de las sesiones del ciclo ‘Años de radio’ o uno de los conciertos comentados enmarcados en el ciclo de Lírica española.

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