Rosa Marco no se dedicó a la fotografía profesionalmente, pero como aficionada dejó un sello muy personal desplegando su talento en la Real Sociedad Fotográfica de Zaragoza. Rosa falleció el pasado 31 de julio y ayer, en la sede de esta institución casi centenaria, sus compañeros y amigos le rindieron un homenaje.

Durante toda la velada su presencia se sintió por partida doble. Por una parte, en la sala Gil Marraco (c/ Luis del Valle, 2), donde se puede ver hasta el próximo 29 de septiembre la exposición ´La mirada cercana` protagonizada por imágenes tomadas por ella misma.

“La mayoría de las fotografías son bodegones –comentó su esposo y presidente de La Fotográfica, Julio Sánchez–; Rosa tenía una forma especial de acercarse a esta temática incorporando argumentos de la naturaleza”. De hecho, creó un grupo de aficionados que se reunía periódicamente para practicar el arte del bodegón fotográfico.

En uno de los corrillos que se hicieron contemplando su obra, Alicia Carnicer, Margarita Delgado y Teresa Grasa comentaban “lo mucho que le gustaba jugar con plantas que en apariencia no tenían interés y, sobre todo, con las texturas”. Por eso tal vez hay bastantes imágenes de cristal, un material difícil de fotografiar porque produce reflejos. “Pero ella siempre encontraba cómo obtener un resultado poético”, señalaron.

Las tres recordaron lo que Rosa solía decir sobre los bodegones: “Insistía mucho en que le ofrecían una amplia gama de posibilidades de jugar con el color, la luz y las formas; poder crear imágenes bellas a partir de objetos sencillos”. Como un improvisado homenaje, sus compañeras descolgaron de la pared algunas de las fotografías de la exposición para que estuviese muy presente entre ellas.

A continuación, se trasladaron a la cercana biblioteca José Sinués, donde se clausuró la exposición ´Léeme una foto`, protagonizada por el grupo de fotógrafas ´Ojos de Mujer`, que Rosa Marco reactivó durante la etapa que perteneció a la junta directiva de La Fotográfica.

En él participan todas las mujeres que forman parte de esta institución. Entre otras, también estuvieron presentes en el homenaje Pilar Irala, Begoña Berna, Columna Villarroya, Isabel Escudero, Marta Sánchez, Eva Orta, Beatriz Solé y Pilar Giambanco. Esta última coordina el grupo en la actualidad y dejó para el recuerdo unas bonitas palabras sobre la protagonista de la velada: “Era una persona generosa en todos los sentidos, con un espíritu inquieto, creativo, a veces juguetón y siempre muy positivo. Si dejabas que esa corriente te llevara, te llenaba de una gran alegría”.

Por supuesto, también se refirió a su talento creativo: “Buscaba el lirismo en objetos cotidianos, que es algo muy difícil porque las cosas bonitas son muy fáciles de fotografiar, pero sacar el alma de lo cotidiano no es tan sencillo”.

A modo de colofón, Julio Sánchez expresó su deseo de que los socios sigan mostrando interés por la Real Sociedad Fotográfica de Zaragoza, “para que perdure y llegue a los 100 años de existencia”. Y sobre todo, concluyó, que “siga habiendo muchas Rosas que continúen con la labor que ella emprendió”.