Cinco terrazas con vistas en Zaragoza

La ciudad ofrece un amplio catálogo de miradores que permiten disfrutar de sus encantos desde diferentes perspectivas y alturas.

La vista que se disfruta desde la terraza de Los Girasoles es espectacular.
La vista que se disfruta desde la terraza de Los Girasoles es espectacular.
Vanesa Castellano

‘Hace calor, hace calor’, cantaban Los Rodríguez en los 90. Sin embargo, esta expresión bien podría servir para hablar del verano en la capital maña, donde turistas y autóctonos buscan engañar a su mente y olvidarse del bochorno en alguna de las muchas terrazas de la ciudad. Sin embargo, son pocos los locales que cuentan con miradores que les permitan una combinación perfecta de restauración al aire libre y vistas privilegiadas.

La primera de estas terrazas se encuentra en la céntrica avenida de César Augusto. Situado a una altura de ocho pisos, en la azotea del apartahotel Los Girasoles podemos encontrar el Lounge Club Van Gogh. Este mirador, abierto al público desde hace un par de años, permite contemplar en todo su esplendor la basílica del Pilar, así como un imponente reloj situado a escasos metros, en la calle del Coso.

Otro de los locales que hace posible disfrutar de la basílica, aunque esta vez desde otra perspectiva, es el complejo Aura. Este espacio de restauración ofrece una espectacular panorámica de la ciudad desde la terraza-huerto del restaurante River Hall Gastro, situado en la cuarta planta del edificio. Sin embargo, solo puede hacerse con una reserva de comida o cena.

Por su parte, el Nuevo Acuario, que reabrió en 2012 tras haber sido clausurado al finalizar la Expo 2008, cuenta también con un espacio 'chillout'. Desde este emplazamiento, elevado a tres pisos de altura, se puede divisar gran parte del complejo que acogió el evento internacional, ahora reconvertido en un  parque empresarial. En la terraza, abierta al público en general –sin necesidad de pagar la entrada del acuario-, se puede disfrutar del menú de comidas o bien de un refresco o cóctel en compañía de las carpas koi, los alburnos y los esturiones habitan sus estanques.

Desde la azotea del museo Pablo Serrano, situada en la sexta planta del mismo, puede divisarse Zaragoza desde dos perspectivas: la primera, que puede contemplarse desde la terraza, conforma un ‘skyline’ de la ciudad que alcanza su momento cumbre durante el atardecer; la segunda, puede apreciarse desde un mirador y ofrece –de nuevo- unas espectaculares vistas de la basílica del Pilar. Aunque hace años se podía acceder a la terraza durante el horario completo de apertura del museo, actualmente solo se permite subir a la misma durante el verano y en el horario de apertura del Espazio Quema, la cafetería que se encarga de su gestión.

Quienes sean menos amigos de las alturas, también tienen su espacio para disfrutar de unas singulares vistas. La terraza del restaurante Celebris, situada en la planta baja del hotel Hiberus, ofrece un espacio 'chillout' donde tomar una copa o un aperitivo rodeado por las verdes vistas de la ribera y flanqueados por el Pabellón Puente y el Puente del Tercer Milenio.

Si algo queda claro con todo esto es que quienes quieran disfrutar de un tiempo de descanso sin alejarse de la metrópoli pueden hacerlo eligiendo entre el abanico de alturas y localizaciones que ofrecen la ciudad y sus terrazas.

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