Olor a pólvora, trincheras y tanques, en la recreación de la Batalla del Ebro en Fayón

Más de 2.000 personas siguieron el combate simulado bajo un intenso sol.

Recreacionistas procedentes de distintas Comunidades participaron en la jornada.
Recreacionistas procedentes de distintas Comunidades participaron en la jornada.
Mª C. Ribó

Más de 2.000 personas se dieron cita ayer en Fayón para presenciar la recreación histórica del inicio de la Batalla del Ebro, que desde hace diez años organiza la Asociación de la Memoria Histórico Militar del Ebro. Trescientos recreacionistas, procedentes de distintos lugares, como Madrid, Galicia, Valencia o Cádiz, se unieron a los voluntarios de esta localidad de la comarca del Bajo Aragón-Caspe para trasladar a los espectadores a este hecho de 1938.

Fue una calurosa madrugada del 25 de julio de ese año cuando la primera avanzadilla de la 42º División Republicana cruzó el Ebro desde la población de Almatret, situada en la orilla izquierda del río, hasta Fayón y Mequinenza, situadas en la orilla opuesta. El objetivo: tomar el alto de Auts y así cortar la carretera hacia Caspe. Así dio comienzo la Batalla del Ebro.

La jornada de la recreación se inició a las 10.00, en el paraje de la Reixaga, en el embalse de Ribarroja, situado a unos dos kilómetros del actual pueblo de Fayón. Allí se simularon trincheras, campamentos e incluso un hospital militar. Siete barcas trasladaron a los recreacionistas de una a otra orilla, iniciándose las primeras escaramuzas y con una espectacular pirotecnia.

Los espectadores disfrutaron de la recreación bajo un intenso calor. Por la tarde se puso en escena una de las primeras batallas, con ataques aéreos y carga de la caballería. Los participantes, después de formar, saludaron a los asistentes y recibieron los aplausos del público. Para concluir esta jornada, todos juntos degustaron una merecida cena, seguida de fiesta y verbena.

Ya en el pueblo de Fayón, y durante toda la jornada, se pudo visitar una exposición de Francesc Boix titulada ‘Los primeros tiros’, así como el museo de la Batalla del Ebro.

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