La exposición 'La Tauromaquia: Pasión e Innovación', que el Museo Goya de Zaragoza inaugura este jueves, confronta la pasión que mostraron en su vida y obra Pablo Picasso y Francisco de Goya a través de 26 aguatintas al cobre con las que el malagueño ilustró el libro 'La tauromaquia o el arte de torear de Pepe Hillo'.

En la puesta de largo de la muestra, la directora de la sala, Rosario Añaños, ha explicado que el objetivo de acoger este fragmento de la extensa producción de Picasso es "poner sus grabados sobre el toreo al mismo nivel que su obra pictórica".

Además de los grabados que Picasso llevó a cabo en 1957 para dicha publicación literaria, la exposición que el museo zaragozano acoge hasta el 29 de octubre incluye una portada acometida con la técnica de la punta seca y dos estampas que tiene como protagonista al picador.

Ciclo de cuatro exposiciones

La muestra forma parte de un ciclo de cuatro exhibiciones que estudian la influencia que tuvieron las cuatro series de grabados del pintor nacido en Fuendetodos (Zaragoza) sobre Salvador Dalí, los hermanos Chapman, Víctor Mira y Pablo Picasso, en este caso, la colección correspondiente a la tauromaquia.

"Si Goya y Picasso hubiesen sido contemporáneos, probablemente habrían hablado mucho de toros, por lo que buscábamos salvar ese salto del tiempo poniendo en común las láminas y dramáticas del primero y las dinámicas del segundo", ha explicado el responsable de la Obra Social de Ibercaja, Juan Carlos Sánchez.

Sánchez ha estado acompañado de los comisarios de la muestra, Rafael Inglada y Lola Durán, quienes han destacado que ambos maestros son los artistas "que mejor han comprendido" el mundo del toreo, y han resaltado la contraposición entre "la parte trágica y la lírica" que de él reflejaron ambos maestros en sus grabados.

"Picasso refleja el toreo como una película en la que se interpreta una escena completa. Dibuja al toro, pero también al público, al vendedor de barquillos", ha explicado Inglada, quien lleva casi tres décadas estudiando el recorrido vital y artístico del artista nacido en Málaga en 1881.

Sobre los grabados que ahora efectúan parada en Zaragoza, nacieron de un encargo de Gustavo Gili y Roig, autor de 'La tauromaquia o el arte de torear de Pepe Hillo', el cual se canceló durante treinta años hasta que, a finales de los años cincuenta, fue retomado por Picasso, exiliado en Francia del régimen franquista.

Inglada ha relatado que Picasso tuvo su primer contacto con el universo goyesco en su niñez andaluza y, más tarde, en su adolescencia, durante una visita al Museo del Prado "en la que se enfrentó" a las grandes firmas de la pintura española e internacional.

No obstante, en opinión del experto, cuando Picasso grababa escenas de toros "estaba regresando a su infancia, orígenes y al gusto por lo español, y homenajeando ese paraíso perdido", en referencia a España, país al que nunca regresó. "Son retazos de las corridas de toros que vio en su juventud y en los años cincuenta en los cosos del sur de Francia", ha concluido.

Hasta el 29 de octubre

'La Tauromaquia: Pasión e Innovación' puede visitarse de lunes a sábado de 10.00 a 20.00 y los domingos, de 10.00 a 14.00 y, según ha anunciado Añaños, contará con recorridos guiados diarios a las 10.00 y 17.00 (salvo el domingo, que solo tiene horario matinal), cuyo importe es de tres euros por persona.

El Museo Goya ha organizado programas didácticos dirigidos a alumnos de Educación Primaria, Secundaria, Bachillerato y Ciclos Formativos, los jueves y viernes, así como talleres infantiles durante los fines de semana, y ha facilitado un teléfono de contacto (976 39 73 28) para todas aquellas personas interesadas.