Bisbal pone a bailar a todo el Príncipe Felipe

El cantante, en su versión más electrónica y funky, triunfó ante unas 5.500 personas en Zaragoza.

David Bisbal, en Zaragoza
David Bisbal, en Zaragoza

Fue empezar Bisbal a cantar uno de sus ya viejos temas, ‘Esclavo de sus besos’ (del álbum de estudio ‘Sin mirar atrás’, 2009) y el pabellón se puso bocabajo. El público enloqueció bailando de pie, reconociéndose en una canción que era la misma y distinta, recorriendo su letra en voz más o menos alta. Fue el primer hito de un concierto de dos horas muy medidas, en el que Bisbal se metió al público en el bolsillo ofreciendo su versión más electrónica y funky.

Más de 5.500 personas se dieron cita en el Príncipe Felipe para ver al artista andaluz en la gira con la que está presentando su sexto álbum de estudio, ‘Hijos del mar’. "Es un disco en el que se ve a un Bisbal distinto al de hace 15 años, pero me ha gustado mucho", aseguraba a la entrada Beatriz Melús, de 27 años, que empezó a admirar la música del almeriense cuando este participó en ‘Operación Triunfo’, y desde entonces no se ha perdido ninguno de sus conciertos en la capital aragonesa. Al primero, con 12 años, acudió acompañada de su madre y su tío.

El artista ha evolucionado en lo musical, pero mantiene los tics que encandilan al público: sus golpes de cadera, sus besos lanzados al aire, sus peticiones de palmas y sus ‘¡Viva Zaragoza!’ levantaron ovaciones. Con Rosana Zanetti, su pareja, allí -le acabó dedicando ‘La tenga o no’-, abrió el fuego, como parece ya tradicional en esta gira, con ‘Mi norte es tu sur’, siguió con ‘Antes que no’, y llegó a su primer cénit con ‘Esclavo de sus besos’.

Tras hablar con el público y mostrar que llevaba una cinta de la Virgen del Pilar anudada en su muñeca, entonó unas baladas, ‘Quiero perderme en tu cuerpo’, ‘Culpable’; para ir creciendo el ritmo con ‘Tú y yo’ y ‘Sí, pero no’ hasta desembocar en ‘Diez mil maneras’. Siguió con un popurrí acústico de canciones antiguas, luego temas como ‘Duele demasiado’, y tras poner al público a bailar, lo llevó al éxtasis con ‘Fiebre’, ‘Lloraré las penas’, ‘Torre de Babel’ y, sí, la archifamosa ‘Ave María’, que bisó, en un rémix frenético, junto a ‘Fiebre’, ‘Antes que no’, ‘Diez mil maneras’ y ‘Esclavo de sus besos’. Fueron bises y no lo fueron, porque los hizo en modo tecno dance. ¿Convenció? Sin duda. "Ha sido impresionante -aseguraba al final Beatriz Melús-. Su mejor concierto en Zaragoza".

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