La compañía Che y Moche apuesta por la comedia para soplar sus 20 velas

Una obra del dramaturgo Georges Feydeau fue el punto de partida de la actividad del grupo teatral Che y Moche, antes de consolidarse como profesional en 1997. Ahora, cuando cumple 20 años de andadura como compañía, se reencuentra con la Belle Époque que disfrutó Feydeau y rescata uno de sus vodeviles para celebrar, "con muchas sonrisas", como dice Joaquín Murillo, uno de los fundadores de Che y Moche, su aniversario.

Un ático parisino, cinco personajes canallas y un peculiar método para darle esquinazo a la esposa son los pilares principales sobre los que se sustenta ‘El misterioso sistema Ribadier’, la comedia del escritor francés adaptada y dirigida por Alberto Castrillo-Ferrer para la compañía zaragozana, que se estrenó en octubre del año pasado en Utebo.

Che y Moche vuelve a las tablas del Teatro Principal de Zaragoza tras nueve años de ausencia con este vodevil, que representará el próximo viernes y sábado a las 20.30 y el domingo a las 18.30. Cinco actores –Rosa Lasierra (Ángela Ribadier), Teresa Polivka (Sofía y violín), Joaquín Murillo/Rafa Blanca (Eugene Ribadier), Kike Lera (Guzmán, Savinet y guitarra) y Luis Rabanaque (Thommereux)– jugarán con los espectadores a través del sistema de entradas y salidas de escena para contar una historia de amor, desamor y engaños.

"El espectador se va a sentir identificado", apuntó este martes Castrillo-Ferrer durante la presentación de la obra, que, según dijo, "cuenta con los mejores ingredientes". Entre ellos destaca la música en directo, a cargo de Polivka y Lera, una seña de identidad de la compañía. Los temas serán parisinos, igual que el vestuario preparado por Arancha Ezquerro, "muy colorista y algo vintage", precisó Murillo, ya que la estética de referencia ha sido la película francesa ‘Amelie’.

Para el consejero de Cultura del Ayuntamiento de Zaragoza, Fernando Rivarés, el aniversario de Che y Moche "es mucho más que una fecha". "Los ‘Moches’ han realizado estos años 25 producciones en las que han hecho casi de todo", dijo Rivarés, por lo que la compañía es "un catálogo vivo del género teatral".

Las entradas para ver la función cuestan entre 5 y 25 euros. El sábado, tras el espectáculo, la compañía se encontrará con el público de la sala para contestar a sus preguntas y curiosidades.