El actor zaragozano, Fran Martínez, de Teatro Pezkao, se sube al escenario del Mercado para contar una historia sobre ‘Manipulados’, de la que habrá tres funciones, el viernes y sábado (20.30) y el domingo (18.30).

Una “fábula encadenada” en la que interpreta a cinco personajes “que viven su condición humana de una forma dramática, oscura y divertida, como la vida misma, y que sienten la manipulación de la que son objeto a la vez que la que también pueden provocar en otras personas”, explica el intérprete a modo de presentación de la obra, que también ha escrito y dirige. Para el director general de Cultura del Ayuntamiento de Zaragoza, Saúl Esclarín, se trata de una propuesta escénica local "loable y arriesgada".

Aunque el montaje, de algo más de una hora de duración, tiene su carga social y de denuncia, Martínez subraya que su objetivo “no es moralizar” y que su trasfondo crítico “lo tiene que encontrar el público y asumirlo si quiere”. Como gran parte de los trabajos de Teatro Pezkao, una compañía aragonesa fundada en 2009, la trama se mueve en el “género negro” aunque “es muy relativo, hay veces que la gente se ríe de todo y en ocasiones con nada”. La improvisación sobre el escenario conforma el 20% del espectáculo “porque si algo ocurre entre el público y hay una reacción lo aprovecho e incorporo”.

Fran Martínez, que en el 2014 ya presentó en el Mercado un monólogo sobre la violencia titulado ‘Nudo’, lleva un par de años “encajando” las piezas de este “cuento”, sobre el que prefiere no adelantar demasiado detalles “porque tiene que ir descubriéndolos el espectador”.

‘Manipulados’ se estrenó hace un par de años en la Sala Bicho, uno de los escenarios alternativos de la capital aragonesa impulsado por este creador, pero la propuesta que se puede ver en el Mercado es realmente “un estreno”, ya que de la versión original se han cambiado tres de los cinco personajes. ¿Hay alguno de ellos más complicado de encarnar? “Todos tienen sus dificultades, requieren de una gran concentración y he disfrutado muchísimo dando forma a cada uno de ellos”, contesta.

La escenografía se basa en unos elementos mínimos sobre las tablas, conjugados con la iluminación y el sonido de Pedro Javier Mora, con los que se pretende que el público tome conciencia del grado de intensidad del montaje. Las entradas a la función del viernes cuestan 8 euros (con descuento), y el sábado y domingo, 12 euros.