Un joven bailarín aragonés participará en el prestigioso Prix de Lausanne

El zaragozano Adrián Cruz fue seleccionado entre más de 2.000 candidatos de todo el mundo.

Adrián Cruz este verano en una playa de Miami, donde estuvo perfeccionando su técnica.
Adrián Cruz este verano en una playa de Miami, donde estuvo perfeccionando su técnica.

Adrián Cruz, zaragozano de 17 años de edad recién cumplidos, baila desde que tiene 8. Alumno de la Escuela de María de Ávila de la capital aragonesa, dentro de unos días se enfrentará a uno de los mayores retos de su aún incipiente carrera: viajará hasta Suiza para participar en el prestigioso concurso Prix de Lausanne, que este año celebrará su edición número 45 entre los días 29 de enero y 5 de febrero.


Adrián será el único representante masculino español, pero no el único nacional seleccionado: la castellano-leonesa Ana Torrequebrada también ha conseguido pasar el corte final. Para acudir al Prix de Lausanne, ambos han tenido que medirse a más de 2.000 candidatos de todo el mundo, pasar un segundo corte de 300 bailarines y superar otra selección extra. Al final han quedado 72 chavales de todo el mundo en cuatro categorías (una de 15 y 16 años y otra de 17 y 18 años por cada sexo). En la del zaragozano compiten 25 chicos.


No ha sido fácil y, por eso, para Adrián y su familia el solo hecho de participar en el certamen es ya un honor. Todos viajarán hasta la ciudad suiza a finales de mes y estarán allí la semana que dura el concurso. El joven ha encontrado en sus padres y hermanos todo el apoyo necesario para enfrentarse a la selección y al Prix. Y es que esta familia zaragozana conoce muy bien el mundo de la danza y lo que supone porque Adrián no es el único gran bailarín de su familia. Su hermano Diego, de 30 años de edad, también es un talentoso artista que desde el año 2006 trabaja en el Ballet de San Francisco. Ha bailado por ciudades de todo el mundo y llegó a participar en la gala inaugural de la Expo Internacional de Zaragoza de 2008.


Diego fue uno de los principales artífices de que el joven talento decidiera presentarse al Prix de Lausanne, aunque según cuenta la madre de ambos "Adrián volvió de Miami, donde tomó clases el verano pasado, decidido a presentarse al concurso". Fueron los propios profesores que trabajaron con él los que vieron que tenía talento para llegar hasta Lausana, como él mismo explica.


"Me he presentado porque es una experiencia muy buena y porque me puede ayudar a encontrar trabajo y becas", comenta Adrián, que estos días se encuentra ultimando el vestuario con el que acudirá a Lausana. Decidió dar el paso el verano pasado y en septiembre presentó los vídeos necesarios para pasar el corte y el papeleo. A los pocos días le respondieron.


Estas últimas semanas, Adrián ando muy liado con los preparativos y también, por supuesto, ensayando. Más que nunca, "a muerte", dice él. "Hay días que me pego más de seis horas bailando", refiere Adrián, todo para llegar en óptimas condiciones al Prix. Con la preparación le está ayudando su profesora, Lola de Ávila.

Victoria aragonesa en 1995

El Prix de Lausanne es uno de los certámenes más prestigiosos del mundo para los jóvenes bailarines. Cada año miles de chicos y chicas de todo el mundo se inscriben con la esperanza de ser seleccionados, pero solo unos pocos llegan a subirse a las tablas del Teatro Beaulieu, donde se celebra el concurso. Porque participar en tan afamada prueba casi asegura tener un trabajo en el futuro en alguno de los grandes ballets del mundo. Como cada edición, los participantes se tendrán que enfrentar al criterio expertos de nueve autoridades del mundo de la danza. Este año, forman parte del jurado Kevin O’Hare, director del Royal Ballet de Londres; Christian Spuck, director artístico del Ballet de Zúrich; o el español Goyo Montero, que ganó el Prix de Lausanne en 1994 y actualmente es el director y coreógrafo principal del Ballet de Nuremberg. 


No es la primera vez que un aragonés participa en el Prix, que comenzó a celebrarse en el año 1973 gracias al mecenazgo del industrial suizo Philippe Braunschweig y de su esposa Elvire. En 1995, el zaragozano Gonzalo García Portero ganó el concurso con tan solo 15 años de edad. Formado también en la Escuela de María de Ávila, García Portero es desde octubre de 2007 bailarín principal del Ballet de Nueva York. Una historia de talento y trabajo para el ballet aragonés que Adrián espera continuar escribiendo en unos días.

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