El director aragonés Carlos Saura ha afirmado que su última película, 'Jota', es "de alguna manera, una forma de quedar bien con mis paisanos", a la vez que ha afirmado que "la jota es mucho más grande de lo que parece".

"Como siempre sucede cuando se escarba en un tema, aparecen montones de diversificaciones", ha asegurado Saura durante la presentación en Almería de su filme, que será proyectado dentro del programa 'Encuentros con directores de cine' de la Fundación Unicaja.

Así, ha señalado que fue hace cuatro años cuando pensó en la posibilidad de realizar 'Jota', tema que era el que "tenía más a mano".

"Siempre que me han propuesto algo sobre el baile es para mí como un imperativo hacerlo porque es una gran pasión la que tengo por la música popular", ha dicho el cineasta, quien ha sostenido que este arte le permite "una experimentación que normalmente el cine argumental no te permite".

De esta forma, ha defendido que frente a las restricciones de la historia, el argumento y los diálogos de una película convencional, el musical permite, en su opinión, "una mayor amplitud".

"Mis musicales son en estado puro, en el sentido de que no hay ninguna contaminación", ha dicho, reconociendo que tal vez por ello es "difícil clasificarlos. Nadie sabe colocarlos, hay quien dice que es nuevo género", ha profundizado.

Ha apuntado que todas sus películas son "de alguna manera, musicales porque la música es muy importante en éstas".

Sobre producciones como 'Sevillanas' o 'Jota' ha defendido que no intenta con ellas hacer documentales, sino "tener una idea un poco más amplia" y "escarbar" en el mundo de estas artes para saber "lo que eran antes y pudiesen ser en el futuro".

"Una de las cosas en las que insisto mucho en estos musicales, y en este caso en 'Jota', es que los bailes se realicen en la mayor parte de los casos sin los atuendos folclóricos", ha afirmado.

Asegura que dichas vestimentas "están muy bien pero no dejan ver lo bonito que es el cuerpo humano" en bailes "casi cortesanos" como el de la jota, que tiene "una elegancia natural, que seguramente está emparentada con ritmos orientales".

Sobre 'Jota' ha dicho que "no tiene argumento", sino que se trata del desarrollo de "una serie de actuaciones diferentes que, de alguna manera, una vez reunidas deben construir lo que sería una película".

"El orden es un poco relativo", ha precisado, para asegurar a su vez que lo más complicado" para él es "cómo reunir todos esos números independientes para formar un todo", estableciendo puentes "a través de la escenografía, la coreografía y la luz".