La obra de Pablo Gargallo fue ayer una de las estrellas de la subasta ‘From Ancient To Modern: A Distinguished Private Collection’, celebrada en una de las sedes de Christie’s en Londres. La sesión se organizaba con los fondos de la colección Várez Fisa y tenía varias piezas estelares que no encontraron comprador, como un ‘San José con el Niño’ de Murillo (con 3,5 millones de euros de precio de salida); ‘Puerto de Bermeo’, de Luis Paret (1,4 millones) y ‘La caridad de Santo Tomás de Villanueva’, de Zurbarán (351.000).

Las tres piezas de Gargallo, sin embargo, sí encontraron comprador, y por el mismo precio cada una, 401.016 euros. Se trata de la máscara de ‘La tragédie’, una ‘Espagnole à la mantille’ y de ‘Kiki de Montparnasse’. Las dos primeras son piezas únicas y de la última el artista realizó tres pruebas de autor y siete ejemplares.

El alto precio alcanzado por las obras del escultor aragonés no sorprendió ayer a Rafael Ordóñez Fernández, uno de los principales especialistas en su obra. "Es uno de los artistas fundamentales del siglo XX –señalaba–. Murió joven, sin poder haber hecho una obra extensa; no aparecen muchas obras en el mercado; y, además, las tres piezas que se subastaban son muy importantes. Dos de ellas son piezas únicas, otra es emblemática y todas pertenecen a su mejor momento creativo".

De ‘Kiki de Montparnasse’, Ordóñez Fernández destacaba que "es una escultura que ha tenido mucha fortuna, tanto entre la crítica como entre los coleccionistas. Tiene un atractivo muy poderoso. Es la única que Gargalló modeló, para ser fundida posteriormente, utilizando la misma técnica que empleaba con la chapa recortada". De 26,5 centímetros de altura, está fechada en 1928.

La ‘Espagnole à la mantille’ es una pieza única, de 46 centímetros de altura y realizada por el escultor aragonés en 1930. "Es uno de esos temas artísticos muy queridos por Gargallo –apunta Ordóñez Fernández–, vinculados a la cultura española y sus estereotipos. Está realizada en la época en la que también hacía cabezas de picador, y de esta pieza en concreto hizo dos versiones. Pertenece a una etapa clave de su producción".

‘La risa’ y ‘La tragedia’

La tercera y última obra, ‘La tragédie’, tiene vínculos con Aragón, y no solo porque pudo verse en Zaragoza en la exposición que se le organizó a Gargallo en la Lonja en 2007. Es, además, una obra emparentada con otra que está en el museo dedicado al escultor en la capital aragonesa, ‘La risa’ o ‘La comedia’. Ambas máscaras estaban destinadas a adornar el monumento al actor Iscle Soler en Barcelona, pero la suscripción popular que lo sufragaba no alcanzó la cifra deseada y se acabó haciendo una versión más sencilla del mismo. "Gargallo la realizó hacia 1915, al poco de regresar de París, donde había vivido tres años, y cuando empezaba a recibir encargos en Barcelona. En ella Gargallo empezó a incorporar el vacío como elemento escultórico".

Encontraron comprador, también, un par de óleos de Juan de Arellano (568.000) y el Tiepolo ‘Alejandro y Campaspé en el estudio de Apelles’ (850.000).