Homenaje a 20 años de historia de la Tertulia Perdiguer

Los miembros de la Tertulia Perdiguer que asistieron al homenaje, junto a Ramón Perdiguer, en el Centro de Historias.
Homenaje a 20 años de historia de la Tertulia Perdiguer
Aránzazu Navarro

El cine es la vida para Ramón Perdiguer. Lo es hoy, con 89 años, y lo empezó a ser con cuatro, momento en el que él mismo data su primer recuerdo cinematográfico: ´El arca de Noé`, de Michel Curtiz. Y, entre medias, miles de películas visionadas y, sobre todo, muchas ganas de hablar de ellas. Por eso nació la Tertulia Perdiguer hace ahora 20 años, cuando Ramón tenía 69 y suficiente cine acumulado en su retina.


Fueron 13 sus fundadores y hoy son más de 40 miembros. Casi todos acudieron ayer al Centro de Historias, donde el Festival de Cine de Zaragoza rindió un homenaje a la Tertulia Perdiguer, dos iniciativas que casi han llevado vidas paralelas. Ramón se acercó acompañado de su hermana Alicia y de Pepe Laporta, su mano derecha.


El acto se vistió con sencillez, sin el despliegue glamuroso del mundo del cine. Primero llegaron las palabras, las del director del Festival de Zaragoza, José Luis Archelengues, refiriéndose a la Tertulia Perdiguer como “una institución”, ya que sus componentes “están en todas las citas cinematográficas de Aragón”.


También hablaron la realizadora Vicky Calavia; Jesús Marco, presidente de la Academia del Cine Aragonés, y Pepe Laporta, que repasó algunos acontecimientos de estos 20 años. Fernando Gracia, Julio Sánchez, Enrique Abenia, Rafael Alarcón, Javier Martínez, Fernando Solsona, Enrique Marqués o Juan Carlos Ajenjo son algunos de los miembros de la tertulia que ocuparon un lugar destacado en el patio de butacas.


Tras las palabras se incorporaron las imágenes con un documental/homenaje en el que el protagonista fue Ramón Perdiguer. “El cine ayuda a la imaginación y contribuye al conocimiento”. Así podría resumirse lo que para él es el séptimo arte, el primero en su lista de preferencias. Además, a sus casi 90 años, recordó que el cine le sirve para “rememorar cosas que se van perdiendo en la memoria, sobre todo cuando veo películas de las de antes”. Durante el homenaje también se rescató la figura de tertulianos fallecidos como Celio Val y Alberto Sánchez Millán.


El momento más emotivo llegó cuando José Luis Anchelergues le entregó a Ramón el diploma ´Amigos del Festival`. Fue un pequeño detalle cargado de significado para el protagonista, al que a buen seguro encontrará acomodo en el museo del cine que dirige en el barrio del Gancho.

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