David Bustamante: "Cuando actúo en Zaragoza siento que juego en casa"

¿Qué tiene México para que le haya querido dedicar su último trabajo?

Cuando era pequeño, mi padre me ponía esas canciones, que fueron las que me enamoraron de la música. Después de 15 años, qué mejor que homenajear a México con los temas que me han hecho ser quien soy.

¿‘Amor de los dos’ es el que mejor define a su disco?

Simplemente fue el que me permitía hacer un juego de palabras, amor a los dos continentes. Europa es donde nací y donde se ha labrado mi carrera, pero siempre he sentido mucho cariño por Latinoamérica, porque lo he recibido.

Con ‘Vivir’ colgó el cartel de completo en la Sala Mozart del Auditorio de Zaragoza. ¿Espera el mismo éxito para hoy?

La Sala Mozart tiene algo mágico, ojalá tenga tanto éxito como en ocasiones anteriores. Hemos preparado un ‘show’ muy bonito en el que no solo habrá boleros, recuperaré los éxitos que todo el mundo conoce.

¿Por qué elige Zaragoza como parada en sus giras?

Porque siempre ha sido muy especial para mí, siento que juego en casa. Mi equipo técnico es aragonés, y desde mi primer concierto aquí con la gira de OT 1 me he sentido muy querido.

¿Se atrevería a nadar ‘a contracorriente’, como su álbum de 2010, y salir del género romántico?

En mis producciones trato de evolucionar. Es cierto que me siento más cómodo en el género romántico porque mi voz y mis características se prestan a ello, pero me gustaría hacer algo más ‘dance’. No creo en las etiquetas, creo en hacer lo que uno siente.

¿Con qué operación ha triunfado más hasta el momento?

Formar la familia que tengo creo que ha sido mi gran triunfo y mi obra maestra, no hay nada superior.

¿Y en el terreno profesional?

He vivido cosas increíbles. Me acerco a los 1.000 conciertos, he tenido cerca de 20 números uno en diferentes países, tres millones de discos vendidos... Lo más bonito, a parte del éxito, es el cariño que siento por las calles.

¿Qué ha cambiado del Bustamante que salió hace 15 años de la academia?

Está intacta la misma ilusión, la pasión por lo que hago. Lo que ha cambiado es lo natural cuando vas madurando. Ahora tengo más tablas para defender mi trabajo.

¿Fue un reto reencontrarse con su pasado en el Palau Sant Jordi?

Jamás un reto, fue un regalo. Operación Triunfo fue una experiencia muy positiva, me cambió la vida y le tengo mucho cariño a mis compañeros. Me duele que se esté jugando con cosas infantiles, con lo bonito que es que 15 artistas dejen sus egos y quieran reencontrarse...

Ni la neumonía le detuvo...

No, porque soy muy disciplinado y tenemos unos médicos maravillosos. Lógicamente yo no estaba al cien por cien, pero no quería que se estropeara ese día y creo que lo saqué dignamente.

¿Cómo disfrutó más, viviendo por ella con Gisela o encarándose con Álex por el amor de esa mujer?

Con los dos, porque son muy especiales. También disfruté con las canciones que cantamos todos, pero es cierto que esos duetos se recuerdan con mucho cariño por parte de todo el mundo y fue un placer revivirlos, espero que no sea la última vez.

Si su hija Daniella le dijera que quiere participar en un ‘talent show’, ¿le animaría?

Creo que en esta vida hay que hacer lo que a uno le gusta, y si quisiera cantar, yo le apoyaría. Es un mundo difícil, pero maravilloso. Haga lo que haga, que se forme bien, porque hay que ser la mejor versión de uno mismo.

¿Le gustaría volver a Eurovisión, esta vez sin hacer los coros?

Creo que es una responsabilidad muy grande, yo tengo mi carrera y aunque me encantaría representar a mi país, creo que sería más justo que Eurovisión fuera una plataforma para sacar nuevos talentos.

Ahora ha dado el salto como actor en ‘Amar es para siempre’. ¿Seguro que no es un supermán, como decía en su canción?

No (risas). Me gustan los retos, siempre me ha llamado la atención la interpretación, porque lo vivo a diario. Me dieron la oportunidad porque soy quien canta la careta de la serie y fue un privilegio, una experiencia que volvería a repetir, siempre consciente de que yo soy músico.

¿Ayuda tener una actriz en casa?

Siempre. Me ha ayudado la grande y la pequeña, igual que yo ayudo a Paula. Los músicos somos también intérpretes, entonces no es tan difícil.

Ahora es un artista consolidado. ¿Cómo mantiene los pies en la tierra?

Mi vida no siempre ha sido así, mi familia y mis amigos trabajan conmigo, y eso ayuda. Cuando se encienden las luces me crezco, soy artista, pero cuando se apagan soy David. Cuando no tienes palmeros que te digan lo increíble que eres continuamente tu mente está mucho más sana.

David, ¿es feliz con lo que tiene?

Con lo que tengo y con lo que soy. Me siento muy conforme con cada paso, y si miro atrás, me siento orgulloso, porque siempre he dado lo mejor de mí. ¿Qué le puedes echar en cara a alguien que da lo mejor de sí mismo? Nada, eso es en lo que creo y lo que intento inculcar a las personas que quiero.