El director de cine Rodrigo Sorogoyen y la guionista zaragozana Isabel Peña trabajan en un ‘thriller’ político sobre corrupción. Así lo contaron ambos este miércoles en Zaragoza, donde, junto al actor Roberto Álamo, protagonizaron una nueva sesión del ciclo 'La buena estrella' en la que hablaron de la película ‘Que Dios nos perdone’, actualmente en cartelera y por la que ambos ganaron en el Festival de Cine de San Sebastián la Concha de Plata al mejor guión.

‘Que Dios nos perdone’ ha sido aplaudida por la crítica como uno de los mejores ‘thriller’ de la temporada. Acerca de la abundancia de títulos de cine negro español en los últimos tiempos, Sorogoyen aseguró que “es un género que está al alza, está siendo viendo apoyado por la crítica y el público, aunque no sé si también por la taquilla. Es cierto que algo está pasando y cada vez se están haciendo mejores cintas”. “Es un género que permite entretener a la vez que hablar de la sociedad actual”, ha asegurado.

‘Que Dios nos perdone’, la segunda película que Sorogoyen y Peña escriben juntos después de ‘Stockholm’ (la ópera prima del primero), gira alrededor de dos inspectores de policía que tienen que encontrar a un asesino en serie. Una trama que está ambientada en el Madrid del verano de 2011, con el telón de fondo del 15M y la presencia de un millón y medio de peregrinos que aguardaban la visita del Papa.

La zaragozana Isabel Peña se ha mostrado encantada de poder hablar por primera vez sobre su trabajo en su ciudad natal. “Me parece muy divertido, yo he estado con mis padres cuando era pequeña aquí en el Paraninfo viendo exposiciones. No se me ocurre hacer otra cosa mejor aquí en Zaragoza”, ha comentado acerca de este debut.

‘Que Dios nos perdone’ está en la quiniela para los próximos Goya. Algo que no le preocupa demasiado al intérprete Roberto Álamo, que se mete en la piel del policía Alfaro, y que ya ganó un Goya en 2014 al mejor actor por su papel en ‘La gran familia española’. “No gasto ni siquiera un segundo de mi existencia en pensar si voy a ganar un premio o no. Los premios profesionalmente ni te dan ni te quitan, aunque sí son muy gratificantes humanamente”