Regala imaginación

Transformar una vieja caja en un regalo de lujo solo supone dos horas. Te contamos el secreto.

Es muy difícil adquirir la práctica de los ebanistas y artesanos, capaces de transformar un bloque de madera en una delicada pieza. Pero existen técnicas que ayudan a copiar ese resultado final y que sirven, además, para crear regalos personalizados y, además, pasar un buen rato.


Una técnica que siempre da buen resultado es el craquelado: consiste en imitar el aspecto de la madera desgastada y vieja debido al paso del tiempo. Para ello, solo hay que elegir un color de base llamativo y potente: marrón chocolate, fucsia, negro, rojo... Después, aplicar una fina capa de cola blanca de carpintero. Este es el paso más importante, porque el craquelado consiste en la rotura de la pintura y podemos romper esa capa de cola blanca aplicando calor. El tercer paso es dar, cuando la cola todavía está fresca, la pintura final, el color que queremos que tenga el mueble o el objeto. Inmediatamente, aplicamos el calor con un simple secador de pelo. Veremos entonces cómo la cola se rompe al secarse, deja diversas brechas y aparece así ese color de fondo. Si se da una pátina o un tinte rebajado en agua, se notará más el craquelado y quedará más bonito.


El toque final en cualquier creación es el decoupage. Esta técnica consiste en cubrir una superficie con papel, o bien añadir un pequeño detalle. La misma cola blanca servirá: hay que rebajarla previamente en agua para que el pincel corra fácilmente. Se aplica cola a la madera, después al papel, se pega y ailsa con cuidado. Una vez seco, se da una capa de cola, que servirá como protector.

 
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