Volodos: "Qué suerte tenéis en Zaragoza con la Mozart"

El pianista ruso Arcadi Volodos, que actuará este miércoles junto a la Orquesta Sinfónica Goya dentro de la XXII Temporada de Grandes Conciertos de Otoño del Auditorio de Zaragoza, no ha dudado en calificar la Sala Mozart como una de las más importantes del mundo.

"Que suerte tenéis en Zaragoza teniendo la Sala Mozart. Tiene una acústica única", ha subrayado en rueda de prensa el que está catalogado como uno de los mejores pianistas de la actualidad, tras haber ensayado a mediodía de hoy en un escenario que conoce prácticamente desde su inauguración.

Volodos interpretará en la sala zaragozana el Concierto para piano número 3 de Beethoven donde "dará el espaldarazo", según ha calificado el director del auditorio, Miguel Ángel Tapia, a la Orquesta Sinfónica Goya, una formación joven con cuatro años de trayectoria pero también experimentada.

En el programa se ha incluido por primera vez en Zaragoza la Sinfonía número 5 "De la reforma" de Mendelssohn y estreno absoluto de Nueve miniaturas para orquesta del compositor aragonés Miguel Ángel Remiro.

De Zaragoza, donde debutó a mitad de los años 90 del siglo pasado avalado por su entonces profesor Dimitri Bashkirov, guarda "buenos recuerdos", además de sentir cierta "nostalgia" de una ciudad donde ha actuado en diferentes ocasiones y a la que le gusta volver.

También ha apuntado que en el ensayo matinal le ha venido a la mente que cuando vino a la capital aragonesa "por primera vez, tenía la misma edad que los músicos de la Orquesta Sinfónica Goya".

Al respecto de la obra de Beethoven que interpretará ha comentado que es la que está "tocando ahora en las diferentes ciudades" en las que actúa y no está elegida expresamente para interpretarla con esta orquesta.

Aunque lo habitual es que ofrezca recitales en solitario, también hace durante el año algunos conciertos con orquestas y en el caso de la aragonesa lo ha calificado como una experiencia "diferente" porque tienen menos corsés que las profesionales y "más frescura".

"Para ellos es todo un descubrimiento y para mí es el contacto con los futuros músicos", ha comentado.

De sus músicos preferidos ha dejado claro que "hay que regresar toda la vida a los grandes compositores", aunque también ha dicho que repite mucho con algunos de ellos.

Además de sus actuaciones, ahora está centrado en las grabaciones musicales de las que quiere intentar pasar de "hacer una cada cuatro años a una cada dos años". Este trabajo lo ha calificado como "muy difícil" porque el nivel que se autoexige le obliga a hacer hasta quince tomas y después elegir la mejor versión algo que, en ocasiones, "resulta frustrante".

"Con los años se entiende la altura de los genios y la dificultad para llegar a su esencia", ha afirmado.

Sobre una de sus últimas grabaciones, la del español Federico Mompou, lo ha calificado como un compositor "muy importante, no reconocido" y que afrontó su obra porque quería demostrarlo.

"No se le toma en serio. Se le tiene por un autor de piezas cortas, pequeñas y de salón. Para llegar a la música de Mompou tienes que esforzar. Es como un río que siempre tienes ahí en el oído", ha insistido.

Por otro lado, Miguel Ángel Remiro ha destacado de su obra, inspirada en la localidad de Grisel, que es "fresca y fácil de escuchar", además de mostrarse satisfecho por "lo bien que han ido los ensayos, algo que no siempre pasa". EFE

25-10-2016, 17:41:00