Zaragoza, cita, encuentro y mercado para aficionados a los sellos de toda España

Inauguradas la Exposición Filatélica Nacional y la Convención Europea del Coleccionismo.

En la Multiusos, entre las colecciones a concurso, el mayor mosaico de sellos del mundo.
En la Multiusos, entre las colecciones a concurso, el mayor mosaico de sellos del mundo.
Oliver Duch

El sello de Correos, incluso tras la llegada del sobre prefranqueado, sigue siendo una de las primitivas fuentes de iniciación al coleccionismo. Y quien empieza a reunir sellos acaba haciéndolo toda la vida. La mejor prueba de ello puede verse desde ayer en el palacio de Sástago y la sala Multiusos del Auditorio de Zaragoza, donde se celebran simultáneamente la Exposición Filatélica Nacional (Exfilna) y la Convención Europea del Coleccionismo. Dos citas que, hasta el domingo, ofrecen a los aficionados a los sellos la posibilidad de contemplar algunas colecciones excepcionales, y comprar de paso aquel timbre que llevan años buscando. Porque la cita combina las dos cosas, la exposición y la venta.


La Exfilna, la exhibición filatélica más importante de España, se convoca anualmente desde 1963, y ya se había celebrado en 1990 y 1999 en Zaragoza (en Alcañiz, en 1993). Tiene una parte competitiva, y las colecciones presentadas este año al concurso –que recibe también la denominación de Campeonato de España–, pueden verse en la sala Multiusos. El recorrido por los numerosos paneles evidencia lo variado de los intereses de los aficionados. Se presentan colecciones de temas más o menos previsibles, como la II República Española o Suiza, junto a otros sorprendentes, como ‘Manuel II y las colonias de África’ o las ‘Emisiones de Isabel la Católica en la Guerra Civil, 1937-1939’. Se exponen no solo sellos, sino todo el mundo de papel y tinta que los rodean: matasellos, telegramas, cartas prefilatélicas... Y, además, hay algunas colecciones de objetos, también a concurso, de temas como los cabezudos, las balanzas postales o el scalextric.

Venta de piezas cotizadas

La exposición de colecciones a concurso convive con los los ‘stands’ de la Convención Europea del Coleccionismo. Este año participan en la cita casi 70 establecimientos, llegados de Madrid, Barcelona, Cádiz, Valladolid, Logroño, Tarragona, Valencia, Alicante, y también de países como Polonia, Francia, Bélgica o Alemania. "Hay piezas de 5 euros y otras que llegan a los 20.000 –señalaba ayer José Luis Gomis, vicepresidente de Exfilna–. El sello sigue siendo un valor económico seguro, pero no hay que verlo como una inversión. El coleccionista mira los precios, obviamente, pero no suele pensar en la revalorización de las piezas que compra, sino en su colección".


La cita atrajo ayer a numerosos aficionados, como Jesús Labarta: "La feria está muy bien, han venido los mejores comercios de España y la oferta es impresionante –aseguraba–. Aunque a veces puedes encontrar mejores precios en las subastas". Los ‘stands’ comerciales conviven con dos piezas excepcionales: el mayor mosaico de sellos del mundo, una pieza que fue récord Guiness y que tiene 300.000 ejemplares, y un retrato del rey Felipe VI, de 3 por 2 metros, elaborado con piezas modulares elaboradas con una impresora 3D y con apariencia de ser un sello de 5 euros. El mosaico, de 17 metros de altura, será destruido tras la clausura de la exposición en Zaragoza.


En el palacio de Sástago se pueden contemplar los 300 sellos más importantes de la historia filatélica española, desde los primeros timbres a los sellos actuales en 3D, con sabores o con códigos QR. También se muestran importantes colecciones antiguas que recorren la historia de la filatelia en Aragón y España.

Una pasión inextinguible

La doble cita filatélica fue inaugurada ayer por Mario Garcés, subsecretario de Fomento en funciones; Juan Antonio Sánchez Quero, presidente de la Diputación de Zaragoza; Pedro Santisteve, alcalde de Zaragoza; Javier Cuesta, presidente de Correos; Miguel Ángel García, presidente de la Federación Española de Sociedades Filatélicas, y Mario Mirman, presidente de la Asociación Española de empresarios de Filatelia y Numismática.


Tanto el palacio de Sástago como la Multiusos eran un hervidero de aficionados a la filatelia. Y es que el coleccionismo es una pasión. Así lo reconocía Vicente Hernández, madrileño afincado en Zaragoza, aficionado desde los 8 años, y al que solo faltan 7 de los 5.082 sellos emitidos por España a lo largo de toda su historia. "El coleccionismo es andar detrás de algo... y no encontrarlo nunca –decía–. Porque, si lo encuentras, se te apaga la pasión".

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