Joaquín Carbonell, ocho euros por dar un concierto

Ocho euros, uno por habitante, es el precio que ha pedido el cantautor por actuar en el municipio turolense de Salcedillo.

Joaquín Carbonell, durante un concierto
Joaquín Carbonell, ocho euros por dar un concierto

Ocho euros, uno por habitante, es el precio que ha pedido el cantautor Joaquín Carbonell por actuar hoy en el municipio turolense de Salcedillo, el más pequeño de Aragón y el segundo de España.


Solo es superado por Illán de Vacas (Toledo). "Ahí tenemos la medalla de plata", ha afirmado su alcalde, Fermín Navarro, cansado de que sean conocidos por ser el pueblo más pequeño.


"Eso nosotros ya lo sabemos", ha insistido el alcalde, ante la realidad de un pueblo en el que "no se queda nadie", aunque los vecinos luchan por "aguantar" y "atraer a la gente joven".


Todo partió del reto que un amigo le lanzó a Carbonell, uno de los cantautores aragoneses más reconocidos, junto a José Antonio Labordeta, cuando presumía en una tertulia entre cañas de haber recorrido o pasado por casi todos los pueblos de la comunidad. "¿Has estado en Salcedillo?", le lanzó su amigo.


Y no, no había estado. Así que el cantautor se ofreció a actuar a un precio simbólico. Escribió un correo electrónico y llamó al teléfono del consistorio sin obtener respuesta. Hasta que dio con el teléfono del alcalde al que le propuso dar un concierto "no gratis del todo".


"Le cobraré un euro por cada habitante", relata el artista, natural del pueblo turolense de Alloza (1947). "Pues serán 8 euros", le respondió el primer edil. "Eso es".


Fuera de lo anecdótico, Carbonell escogió Salcedillo con la intención de llenar de vida un municipio que es reflejo de la geografía aragonesa, en la que "abundan los pueblos pequeños y en la que un pueblo de 5.000 habitantes es una excepción", ha apuntado.


"La gente de estos pueblos se ha dado cuenta de una cosa, o realizan actividades pequeñas o lo que ya no se puede hacer son cosas a lo grande", ha opinado el músico que ha aplaudido que este tipo de iniciativas salgan adelante gracias a "unas pocas personas que son muy dinámicas y están dispuestas a mantener vivos sus pueblos".


"Si la cosa se deja en la penuria acaban como tantos pueblos, muchos de ellos en la provincia de Huesca, que están vacíos", ha apuntado el cantautor, que considera "muy doloroso" que el lugar donde uno pasa la infancia "desaparezca y se convierta en ruinas".


Por eso, cantar ante un pequeño público transmite a Carbonell sensaciones muy distintas a las que ha sentido cantando delante de una multitud de 300.000 personas en la Plaza del Pilar de la capital aragonesa.


"Si no les gusta se les nota, si una bosteza es un fracaso tremendo, te vienes abajo", ha expresado en cuanto a la inquietud y emoción que le produce la actuación.


Dada la "congoja" que siente ante la cita, Joaquín Carbonell se rodeará en la segunda parte del concierto de GranBob y David Giménez, que conforman junto a él "Los tres norteamericanos", .


Además de continuar con su banda, que ha grabado ya su primer disco, 'Live in San Martín', Carbonell presentará en octubre su novela "Un tango para Federico" que gira en torno a la figura del poeta granadino Federico García Lorca y del músico argentino Carlos Gardel.


Un texto que espera poder presentar en Granada y en Buenos Aires y, por supuesto, ha remarcado el artista, "en todos los pueblos de Aragón en los que me dejen".