Como en una cápsula del tiempo. Así se sintieron los visitantes de Peracense, que celebra este fin de semana la décima edición del Encuentro de Grupos de Recreación histórica, organizado por la asociación Fidelis Regi, en el castillo. Más de 1.000 personas pasarán a lo largo de los tres días por este municipio turolense situado en la comarca del Jiloca.

Año 1216, el Reino de Aragón está descabezado, Jaime I, todavía un niño, está bajo el poder de los Templarios en Monzón y las luchas internas de los nobles en el territorio aragonés amenazan la seguridad del castillo de Peracense. Este es el punto de partida de la edición de este año en la que, por primera vez, se simuló el asedio a la fortificación por parte de las tropas navarras que acababan de conquistar el castillo de Puertomingalvo.

"Nos retrotraemos 800 años y recreamos aquellos sucesos importantes para el reino que pudieron ocurrir. Haciendo un ejercicio de imaginación intentamos saber cómo pudieron influir en el territorio de Teruel y, en este caso, en el castillo de Peracense", explicó Rafael Jambrina, miembro de Fidelis Regi y organizador y director del evento. "Buscamos un nivel de calidad en los participantes muy alto para conseguir que todos los elementos históricos que se utilizan en el encuentro sean lo más fidedignos posible", indicó Jambrina. Casi 100 participantes llegaron a Peracense desde todos los puntos de España para recrear el asalto al castillo.

"Hace cuatro años creamos paralelamente a este evento un mercado medieval que se ubica dentro del pueblo y que está teniendo un resultado muy satisfactorio", indicó Manuel Bujeda, alcalde de Peracense. "A nivel general, en esta edición estamos superando cifras de afluencia. Para los establecimientos de hostelería del pueblo este es el mejor fin de semana del año", destacó Bujeda.

Los asistentes, de todas las edades, disfrutaron de la visita a la fortificación y de la recreación de escenas cotidianas de la vida en el castillo ocho siglos atrás. Además, también pudieron observar la exposición de réplicas de máquinas de asedio de Rubén Sáez y divertirse con la exhibición de juegos medievales, todo ello para conseguir que los visitantes retrocediesen en el tiempo hasta la Edad Media.

"Yo soy profesor de historia. La recreación es un elemento pedagógico que funciona muy bien, a los niños les encanta y cuando lo introduces en clase les resulta mucho más fácil retener los conocimientos. El ambiente que se genera aquí dentro con gente apasionada por la historia y profesionales es increíble", comentó un recreacionista, mientras vigilaba la posible llegada de asaltantes desde el puesto de guardia. "El entorno es perfecto para la recreación, sin tecnología ni construcciones modernas a la vista. Eso es algo que a los recreadores nos ayuda a meternos en el papel y hacer que la gente lo entienda y lo disfrute", señaló Beltrán del Río.

Hoy, el castillo de Peracense despedirá a los emisarios tras un intenso fin de semana cargado de historia y, sobre todo, de mucha pasión. "Para un recreador, amante de la historia, poder convivir tres días en un entorno como este y disfrutar de nuestras actividades produce una emoción que no se puede explicar con palabras", subrayó el director del evento.