La película de culto 'La historia interminable', basada en la novela fantástica -fantástica novela- de Michael Ende, vuelve casi 32 años después de su estreno a las pantallas de cine con mejor sonido e imagen, aunque para muchos devotos de la obra del autor alemán el filme fue y sigue siendo toda una decepción.

El mismo Ende, cuya obra homónima fue publicada en 1979, desautorizó desde un principio esta adaptación cinematográfica dirigida por el cineasta alemán Wolfgang Petersen, responsable de varios títulos cinematográficos de éxito a lo largo de su carrera como 'El submarino' (1981), 'En la línea de fuego' (1993), 'La tormenta perfecta' (2000) o Troya' (2004).

'La historia interminable' se exhibe de nuevo en la capital aragonesa (cines Palafox y Aragonia) desde este viernes, más de 3 décadas después de que la cinta se proyectase por primera vez en la ciudad, el 17 de diciembre de 1984. En aquel día compartió estreno en la cartelera zaragozana con filmes como 'Conan el destructor' (Richard Fleischer, 1984) o 'El mejor' (Barry Levinson, 1984).

La cinta, al igual que el libro, tiene como protagonista a Bastian, un niño que utiliza su imaginación para refugiarse de sus problemas cotidianos, entre los que figuran el acoso por parte de sus compañeros de colegio y la pérdida de su madre. Un día, tras librarse de la persecución de unos niños que quieren meterse con él, Bastian se refugia en un librería, donde el dueño le muestra un antiguo volumen titulado 'La historia interminable'. Su lectura le llevará al mundo de Fantasía.

La bella historia que Ende relató en su novela fue adaptada de manera torpe por los guionistas del filme, que modificaron a su antojo el texto del escritor alemán. La cinta tuviera un gran gran éxito entre el público pero la crítica advirtió enseguida el desacierto.  

El crítico de HERALDO Joaquín Aranda publicó el 20 de diciembre de 1984 una reseña del filme sobre que comenzaba así: “Miles de personas de todo el mundo han leído con entusiasmo el libro de Michael Ende, 'La historia interminable'. Era fatal que alguien hiciera de él una película, y ahí la tienen ustedes, lectores o no de Michael Ende, en la sala Cervantes”. Y más adelante añadía: “Aquí no hay 'magia': no hay más que una serie de aventuras que se siguen sin pena ni gloria para concluir con un 'mensaje', el de la necesidad de la fantasía creadora, que tampoco resulta particularmente hazañoso. No quiero decir con esto que la película sea aburrida, pero sí resulta decepcionante”.

Con todo, la película se convirtió en el gran éxito de la cinematografía alemana, y también en la producción más cara de la historia del cine alemán hasta aquél momento. Con un presupuesto de más 40 millones de dólares, el largo pudo realizarse gracias a la coproducción entre Alemania Occidental y Estados Unidos.

En la década de los 80, mucho, mucho antes de que 'Juego de Tronos' viera la luz como serie de televisión, aparecieron toda una suerte de títulos que mezclaba fantasía y aventuras con mayor o menor acierto. Entre ellas: 'Conan el Bárbaro' (John Milius, 1982), 'Cristal oscuro' (Jim Henson y Frank Oz, 1982), 'Conan el destructor' (Richard Fleischer, 1984), 'Legend' (Ridley Scott, 1985), 'Lady Halcón' (Richard Donner, 1985), 'Dentro del laberinto' (Jim Henson, 1986) o 'Willow' (Ron Howard, 1988).

Un éxito sonado

El tema central de la banda sonora de 'La historia interminable', compuesto por Giorgio Moroder y Keith Forsey e interpretado por Limah, llegó a lo más alto en las listas internacionales. Pese al triunfo masivo de la canción, el crítico musical de HERALDO Matías Uribe desvelaba en su momento que “no vale un pimiento. Es la tónica general de un disco anodino”.

Años después, el 'one hit wonder' de Limahl continúa sonando, e incluso el simbolismo y los personajes de 'La historia interminable' han impregnado el mundo de la música con bandas como Auryn, que toma su nombre del amuleto con dos serpientes que aparece en la obra; o Vetusta Morla, en homenaje a la vieja y sabia criatura de Fantasía.

El filme 'La historia terminable' quiso hacer gala de su nombre y no acabar con una sola entrega. Pero lamentablemente hubo otras dos, en 1990 y 1994, que se alejaban aún más del texto original de Ende. Y lejos de terminar, todavía se realizaron dos series de televisión, en 1995 y 2001.