'La novia' triunfa en los Simón más ambiciosos

Paula Ortiz y su equipo se llevan cinco estatuillas en la fiesta del cine aragonés en el Auditorio. Vicky Calavia estrena el premio al documental y Miguel Casanova fue el mejor cortometrajista.

Fernando Esteso y Paula Ortíz, antes del comienzo de la gala.
Fernando Esteso y Paula Ortíz, antes del comienzo de la gala.
A. Navarro

"Tenemos la virtud de con poco hacer mucho y seguimos intentándolo. Lo que solicitamos es la ayuda para seguir construyendo las películas de futuro". Con esta reflexión, la multipremiada directora zaragozana Paula Ortiz cerró una fiesta del cine aragonés, que por primera vez se celebró en el Auditorio e Zaragoza, en la que su película ‘La novia’ se llevó, como se esperaba, los cinco Premios Simón a los que aspiraba: mejor largometraje de ficción y dirección, Luisa Gavasa como intérprete, la dirección artística de Jesús Bosqued y Pilar Quintana y el vestuario de Arantxa Ezquerro.


Paula Ortiz, que confesó que los galardones en casa son "más íntimos, profundos y dulces", compartió palmarés y cavilaciones con un alumno suyo. Miguel Casanova se convirtió en el mejor cortometrajista con ‘Milkshake Express’, una lúcida sátira sobre la clase política. Y a ella le dio un toque el joven realizador: "Hay gente de allá arriba que no quiere que sigamos haciendo cine. Demostrémosles que somos necesarios y no paremos de rodar".


El género del documental estrenaba estos Simón estatuilla propia. Vicky Calavia se llevó la primera con ‘Eduardo Ducay. El hombre que siempre estuvo ahí’. Se la dedicó ‘in memoriam’ al fallecido productor y crítico aragonés y a su esposa y biógrafa, Alicia Salvador. Un emotivo recuerdo que también le tributaron en su intervención José Luis Delgado y Antonio Tausiet, presidente y vicepresidente, respectivamente, de la Academia del Cine Aragonés (ACA). En el apartado de videoclip brillaron Dadá y Siderales Producciones, como ya lo hicieron en los Premios de la Música, con ese ‘Ritmo veraniego’ rodado en las nieves pirenaicas.


Una de las mayores ovaciones, con permiso de las que se llevaron Paula Ortiz y Luisa Gavasa, fue para un Fernando Esteso que besó su Simón honorífico y se lo apretó contra el corazón un buen rato.Humor pegado a realidad


La gala arrancó con la Joven Orquesta de Bandas Sonoras de Zaragoza interpretando ‘La primavera del cine aragonés’ mientras un audiovisual repasada la fructífera cosecha de producciones. Luego le tocó a una Irene Alquézar muy resolutiva en su complicado papel de maestra de ceremonias tomar las riendas. Para empezar, la ACA se marcó un punto con una divertida presentación de los largometrajes de ficción con su particular interpretación de los carteles para aludir a la actualidad. Así, en el de ‘Novatos’ aparecían Pablo Iglesias e Íñigo Errejón y Mario Conde era ‘El bandido Cucaracha’.


Las reivindicaciones aparecieron enseguida. Ana Pavía, secretaria general del Sindicato de Actores y Actrices de Aragón, dio las gracias a los profesionales de este oficio "por no desfallecer y perder la ilusión en estos momentos tan duros". En un tono poético el periodista de HERALDO Antón Castro clamó por "más cine industria y más cine aragonés".


A lo largo de dos horas de ceremonia hubo momentos para todo. Entrañable el que protagonizó Luisa Gavasa. Reconoció que se hubiera quedado "un poco decepcionada" si no se lleva el Simón y lo compartió con "toda la gente anónima de la calle que me da ánimos". Irene Alquézar estuvo bien a la hora de meter en un brete (¿pactado?) a los políticos sentados en primera fila: el presidente aragonés Javier Lambán, el concejal de Hacienda y Cultura de Zaragoza Fernando Rivarés (con el que cantó un par de frases de ‘Show must go on’ a lo Mercury) y el concejal de Huesca Antonio Sanclemente. Hasta le preguntó a Paula Ortiz por el nombre de su futuro hijo (sale de cuentas en una semana).


A despedida sonó el discurso del presidente y el vicepresidente de la ACA, que dejan "los mandos" de la Academia. José Ángel Delgado comparó la silueta de la sala Mozart con el Halcón Milenario y a la Academia con "una nave lista para la hipervelocidad si se dan las ayudas y apoyos necesarios". Que la fuerza acompañe a sus sucesores.

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